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25 de agosto de 2014

Con miles de millones de pesos pagados al FMI, con paritarias de hambre, despidos, suspensiones, cierres de fábricas, tarifazos, obreros condenados a cadena perpetua, 7.000 trabajadores procesados, presos políticos y represión a los que luchan…

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¡Las transnacionales y los banqueros de Wall Street
le han declarado la guerra a la clase obrera!

¡El gobierno de la Kirchner con sus jueces y la “oposición” gorila encabezan el ataque
contra las masas!

NOS CHANTAJEAN CON LA CRISIS: PARA QUE ENTREGUEMOS NUESTRO SALARIO Y NUESTRO TRABAJO. ASÍ QUIEREN PROFUNDIZAR LA MAQUILA DE OBREROS ESCLAVOS EN ARGENTINA Y TRASNFORMAR AL PAIS EN UNA COLONIA


Mientras la burocracia oficialista de los Caló (UOM/CGT) y Yasky (CTERA/CTA) sostienen el látigo de los capitalistas contra los trabajadores…
La CGT de Moyano, la “Azul y Blanca” de Barrionuevo y la CTA de Michelli, llaman a un PARO nacional el 28 de agosto…

Para conseguir salario, trabajo y una vida digna, debemos expropiar a las transnacionales, sus bancos y romper con el imperialismo. Por ello los trabajadores necesitamos:


¡Plan de lucha y LA HUELGA GENERAL!
Hasta derrotar el ataque de cristina y la “oposición”  patronal

y para que la crisis la paguen los capitalistas
¡PLAN OBRERO DE EMERGENCIA!


¡Ni suspensiones, ni despidos! ¡Reducción de la jornada laboral y un turno más en todas las fábricas para que todas las manos libres ingresen a producir!
¡Abajo las paritarias truchas de la burocracia sindical! ¡Por un salario mínimo, vital y móvil de $13.000 indexado según la inflación! ¡Trabajo digno y bajo convenio para todos!
¡Nacionalización sin pago y bajo control obrero de toda fábrica que cierre, suspenda o despida!
¡Basta de reprimir a los trabajadores sin techo! ¡Vivienda gratuitas para todos! ¡Plan de obras públicas bajo control de las organizaciones obreras!

¡No les creemos su crisis!
Aquí los capitalistas no pierden un peso. Ellos ganan -y ganaron- millonarias fortunas sobre la explotación y los huesos de la clase obrera argentina. Las trasnacionales fugan a sus países de origen 25 mil millones de dólares por año en patentes, royalties y dividendos. El gobierno les pagó a los parásitos del FMI 193 mil millones de dólares por la fraudulenta deuda externa. Las grandes cerealeras se vienen robando por año 40 mil millones de dólares de la renta agraria.

¡Abajo el secreto comercial! ¡Apertura de los libros de contabilidad de todas las ramas de la industria para demostrar las superganancias de los capitalistas! ¡Ni un peso a la fraudulenta deuda externa! ¡Ni un peso a los fondos buitres! ¡Desconocimiento de todos los bonistas usureros!

¡Son ellos o nosotros!
¡Hay que expropiar a los expropiadores, comenzando por las petroleras, los bancos, las cerealeras y la oligarquía agraria!

Con la burocracia sindical y las actuales direcciones del movimiento obrero, que nos someten a las distintas pandillas patronales y al Ministerio de Trabajo, no se puede preparar una lucha seria y decidida de los trabajadores para triunfar…

El 28/8 debe ser una jornada de lucha y organización política de los trabajadores, convocando desde las asambleas de base a un:
¡Congreso Obrero Nacional de ocupados y desocupados!

¡La independencia política de los trabajadores se conquista en las calles, retomando la lucha revolucionaria del 2001 y el grito de guerra de los explotados por “Que se vayan todos, que no quede ni uno solo”!

Años de ataque contra los trabajadores y el conjunto de los explotados de la nación oprimida, decantaron en la actual guerra que los capitalistas y su gobierno le declararon al movimiento obrero y el pueblo pobre. Inflación, carestía de vida, tarifazos, aumento siderales en los precios, millonarias indemnizaciones a la Repsol, entrega de Vaca Muerta a la Chevron, pago al FMI, al Club de Paris y a los fondos buitres. La vida de millones se ha vuelto un infierno en esta Argentina, que cada día está más cerca de convertirse en una nueva estrella de la bandera yanqui.

Los capitalistas vienen por todo. Los K y la “oposición” patronal tienen total acuerdo en que la crisis debe pagarla la clase obrera. Por eso concentran sus fuerzas para derrotar a lo más combativo de la vanguardia obrera atacándola en Gestamp, en Lear, en Paty, en Emfer-Tatsa en Donnelley y en decenas de establecimientos. Con miles de despidos y suspensiones, millones de obreros en negro; con la pistola en la sien de los 7.000 procesados, la condena a perpetua a los petroleros de Las Heras y echando de las fábricas a los delegados y Comisiones Internas anti burocráticas, quieren imponerle la rendición a los trabajadores. Porque buscan echar a un tercio de los trabajadores de planta para producir el doble bajo condiciones de esclavitud; precarizar a los obreros y maquilizar aún más la Argentina.

El kirchnerismo y sus “Derechos Humanos” y su “Patria o buitres” son una estafa política, un verso, un verdadero engaño; tal cual lo era en los ´80 el eslogan alfonsinista de que con “la democracia se come, se educa, se cura” o en los ´90 lo era el de Menem y su “síganme, no los voy a defraudar” en momentos que privatizaba todas las empresas del estado dejando un océano de obreros desocupados. ¿Los K “antiimperialistas”? ¡Las pelotas! Son pagadores seriales” que viven de rodillas ante los “fondos buitres” y el juez Griesa de la Corte de Nueva York. 

Los K son de la familia de los bolivarianos, de esos que vinieron a expropiar la revolución que protagonizamos en el 2001 con Fidel Castro diciéndonos que “volvamos a trabajar que luego se repartiría la riqueza”. Pero no solo no repartieron nada, sino que ahora con el chantaje de que se viene la crisis quieren aceptemos los despidos, las suspensiones, los cierres de planta, el aumento en la flexibilización laboral, para que seamos los trabajadores quienes paguemos su crisis. 
Esto mismo es lo que hace Maduro y la boliburguesía en Venezuela, aplicando los planes de hambruna de Obama y el FMI. Por eso, los obreros de Sidor tienen razón cuando presentan su moción a la clase obrera mundial, de: ¡“No creemos en socialistas con Hummer, ni en comunistas con Rolex. Creemos en la revolución de los trabajadores”! 

¿“Gobierno de los Derechos Humanos”? ¡Mentira! Son los que bajan el cuadro de Videla para luego subir al represor y asesino de la dictadura, Milani, como su comandante en jefe del Ejército argentino.
Estos asesinos represores del pueblo, colaboradores con la dictadura y sostenedores del menemismo, ahora se quieren lavar la ropa con la aparición de un nieto o de 114 de ellos, cuestión que es un triunfo de las masas. Pero se callan y quieren silenciar que los padres de los nietos encontrados, los 30.000 compañeros desaparecidos, hoy estarían procesados y condenados a perpetua por luchar. Serían tratados a palazos y a los tiros por la gendarmería y la policía de los kirchner y Berni, herederos de Isabelita, Lopez Rega, las AAA y el presidente peronista Luder, que dio la orden –junto con Balbín- de “exterminar a la guerrilla, sobre todo a la fabril”. ¡Paremos la represión contra los trabajadores! ¡Fuera el matón Berni! ¡Disolución de la policía asesina y de todas las fuerzas represivas! ¡Comités de autodefensa obreros y populares! ¡Absolución de los petroleros de Las Heras! ¡Libertad a los presos de Corral de Bustos, a Esteche y Lescano y a todos los presos políticos! ¡Desprocesamiento de los 7000 trabajadores perseguidos por la justicia patronal!

¡Basta de que Moyano y Michelli lleven nuestras fuerzas a los pies de los políticos patronales opositores!

Y cuando ya pasaron decenas de miles de despidos y suspensiones en la industria automotriz, las autopartistas y las metalúrgicas… Cuando ya se firmaron la mayoría de las paritarias truchas, que entregaron nuestros ya carcomidos y devastados salarios por la inflación… Cuando la burocracia oficialista con sus matones del SMATA ataca a los obreros combativos y a sus delegados y Comisiones Internas como en Gestamp y Lear… Cuando se cierran fábricas y decenas de frigoríficos… Cuando con una “Ley de quiebras” se cierra Donnelley y 400 trabajadores pierden su fuente de ingresos…
Es decir cuando lo más combativo de la clase obrera esta siendo derrotada en múltiples luchas aisladas: Moyano, Michelli y Barrionuevo, luego de dilapidar las energías desplegadas por los trabajadores con el paro del 10/4 (al ponerlas a los pies del Frente Renovador de Massa, del Frente Amplio de Binner o del UNEN de Ricardito Alfonsín y Stolbizer) llaman este 28/8 a un nuevo paro buscando que los trabajadores depositemos confianza en que la “oposición” al gobierno podrá darnos una mano, cuando es tan gorila, anti obrera y pro imperialista como Cristina y sus funcionarios.

Estos dirigentes sindicales nos están engañando. Los trabajadores necesitamos otra cosa. Necesitamos que nuestros sindicatos rompan con su sometimiento a la burguesía para conquistar la independencia de clase y luchar por romper con el imperialismo, atacando la propiedad privada de los capitalistas, y expropiando a los banqueros que se robaron nuestros ahorros y a las transnacionales que luego de reventar nuestros cuerpos nos expulsan como perros de los lugares de trabajo o directamente cierran sus fábricas.  ¿Por qué debemos luchar así? Porque el ciclo de crecimiento económico en Argentina se ha estancado. El imperialismo y los esclavistas vienen por todo lo que nos pertenece. Y no hay –ni habrá- lugar para que la patronal le ceda la más mínima concesión a los trabajadores; a menos que ésta se vea amenazada con perderlo todo.

El FIT con su política de colaboración de clases, no sirve para unir a los que luchan


 
Ya hay tres CGT. Dos CTA. Decenas de movimientos de trabajadores desocupados atados a la mendicidad del Ministerio de Accion Social. Las filas del movimiento obrero se encuentran desgarradas. Y encima entre el Plenario del SUTNA San Fernando y el Encuentro del “Sindicalismo Combativo” de Atlanta, el FIT aporto a la división de la vanguardia. Mientras se reunia con sus delegados y dirigentes por arriba en reuniones superestructurales, hiba dejando a cada una de las luchas aisladas y sometidas ante jueces, abogados, Ministerio de Trabajo y parlamentarios, en momentos que cada sector era atacado por las fuerzas concentradas de los capitalistas y su estado.

Las transnacionales y el imperialismo le tiran el crack y la crisis
de un sistema putrefacto sobre las espaldas de los explotados


Las grandes transnacionales, que hace años se trasladaban a las semicolonias para aprovechar las ventajas comparativas de mano de obra esclava y fuente de materias primas a bajo precio, una vez que  destruyeron a la clase obrera de las potencias imperialistas -hundiendo el salario de la clase obrera norteamericana e imponiendo un 20% de desocupación en países como España, Italia, Francia- vuelven a reconcentrarse y relocalizarse en las capitales de los países imperialistas.
Ahora dicen… es el momento de “volver a casa”. Y se trasladan a España o a México (que está al lado de EE.UU. y tienen mano de obra esclava), para producir con mano de obra esclava y calificada. En las semicolonias, de donde vienen de hacer superganancias, chantajean a la clase obrera con la ida de sus empresas y sucursales para que ésta acepte la pérdida de sus conquistas, como lo hace la industria automotriz, siderúrgica y de autopartes en Argentina o Brasil. Esto es lo que debe saber la clase obrera para enfrentar a las transnacionales y sus gobiernos en la feroz guerra que le han declarado.

Se esta reconfigurando una nueva division mundial del trabajo en la que el imperialismo es ahora el vendedor y a las semicolonias les ordenó que deben abrir sus fronteras y… ¡a comprar! Con sus reservas deben pagar las deudas, y con su excedente comprar armas. El lugar que les queda a los países llamados “BRICS”, que según la izquierda reformista mundial devenían en “nuevas potencias imperialistas”, es de transformarse en compradores.
Así está el mundo hoy. Enormes negocios para las transnacionales y los banqueros, que vienen de arrojarle al mundo todo el peso del crack del capitalismo moderno con la crisis del 2008. Y miseria, hambre y barbarie, con masacres, genocidios y más de 2.000 millones de explotados en el planeta que no alcanzan a comer ni una sola vez por día.

Masacran en Gaza con el sionismo, vuelven a bombardear en Irak con la excusa del “terrorismo”, sostienen al genocida Al Assad en Siria y, entre otros, a la dictadura militar de Egipto. Sostienen a gobiernos que ya hace rato han colocado a la clase obrera en campos de concentración masivos, como en China y Eurasia. Eso es lo que quieren terminar de hacer en América Latina, en el Cono Sur y en Argentina.
Las transnacionales y el imperialismo le declararon la guerra a la clase obrera en Argentina y en todo el mundo para tirarle todo el crack y la crisis de un sistema putrefacto sobre las espaldas de los explotados.

En medio que la crisis de la balanza de pago de la deuda asfixia el ciclo rastrero de expansión capitalista. El mercado se achica y los capitalistas se preparan para tirarle todo el peso de la crisis a los trabajadores. El imperialismo, sus transnacionales vienen por todo. El gobierno de la Kirchner, como todos los bolivarianos de América Latina, garantizan el redoblado saqueo de la nación y para ello comandan el ataque brutal al movimiento obrero. Todos trabajan para Obama, la Chevron, las transnacionales y las potencias imperalistas.
Mientras en Venezuela, Maduro reprime violentamente a la clase obrera, en particular a los aguerridos obreros de Sidor. Los hermanos Castro entregan Cuba al imperialismo y a la resistencia obrera y campesina colombiana al fascista Uribe-Santos. Al mismo tiempo que Morales, en Bolivia, reprime a los mineros de Huanuni, los fabriles de La Paz y a los campesinos del TIPNIS.

La batalla decisiva contra los trabajadores para arrancarnos todas nuestras conquistas ya empezó, no sólo en la Palestina martirizada sino también en América Latina y en la Argentina maquila. Los 7000 procesados y la condena a los petroleros de Las Heras se resolvió en la embajada yanqui con la UIA, la Sociedad Rural Argentina y los curas colaboradores de la dictadura. Allí se resolvió despedir a todas las internas combativas y los obreros luchadores de la vanguardia obrera argentina. A  esta guerra no se la frena con proyecto de ley, ni con fallo de los jueces, ni plebiscitos vinculantes. A esta se la detiene con la lucha en las calles, forjando la unidad internacionalista del movimiento obrero y peleando por la revolución proletaria.

¿Y frente al paro? Para el PO nuestros problemas se resuelven marchando el 27/8 con su Corriente Sindical Clasista junto a la CTA para lograr que la “jornada de lucha” sea extensiva por 36 horas… y para presionar al Parlamento para que los políticos de la oposición voten a favor del proyecto de ley contra las suspensiones y despidos.
Mientras, que para el PTS y sus Comisiones Internas reunidas en el “Encuentro de Atlanta” los trabajadores podremos “enfrentar” al imperialismo presionando a la Kirchner para que ella convoque a un plebiscito con una “consulta popular vinculante” para que el pueblo decida si paga o no la deuda externa.
El FIT debe explicar ¿Qué oleada de despidos de las muchas que en su historia sufriera la clase obrera, fue frenada por una ley votada en el Parlamento?  Como también debe explicar ¿Qué país del mundo se ha liberado del yugo imperialista mediante un plebiscito? Ambas propuestas políticas desgraciadamente son una reedición de la la vieja teoria estalinista de vía pacifica al socialismo, que tantas tragedia y sangre le ha costado a los trabajadores.

Si con leyes o plebiscitos podemos resolver demandas esenciales para los trabajadores, ¿entonces, para qué salir al paro y arriesgar la perdida del presentismo o directamente los puestos de trabajo? Que la dirección del FIT se entiende con ella misma.

Nos quieren hacer creer que los obreros sometiéndonos a una u otra fracción patronal vamos a poder conquistar nuestras demandas. Basta de esta falacia. La liberación de los trabajadores, será obra de los trabajadores mismos. Los trabajadores no solo podemos ser sujetos de nuestro propio destino, sino que debemos -en defensa propia y de nuestras familias- levantar un programa de lucha política que debe estar dirigida contra quienes se están robando el país, contra quienes se la han llevado –y se la siguen llevando- en pala; contra quienes exprimieron las reservas del Banco Central y la caja del ANSES que administra la plata de nuestros jubilados; contra todos los buitres que succionan hasta la última gota de dinero fresco y nos dejan sin presupuesto para salud y educación.

 

 


Ante la guerra que nos han declarado y para ponerles el pie en el pecho a nuestros verdugos, los trabajadores necesitamos ya…


¡HUELGA GENERAL Y PLAN OBRERO DE EMERGENCIA DE RUPTURA CON EL IMPERIALISMO Y
LOS BANQUEROS DE WALL STREET!

¡SON ELLOS O NOSOTROS! 
¡La lucha es clase contra clase!

La clase obrera necesita ponerse de pie para conquistar el salario y todas sus acuciantes demandas levantando un programa verdaderamente antiimperialista, ya que es la única clase verdaderamente nacional y creadora de riquezas, capaz de acaudillar a todas las masas explotadas y terminar con el saqueo, la especulación y los negocios de las transnacionales y sus socios menores de la burguesía argentina.

Se trata de organizar una lucha decisiva. Una lucha por todo. Por ejemplo, no hay ni habrá salario que aguante sino frenamos la inflación. Sino paramos la suba de precios. Sino derrotamos a todos los que especulan con el hambre de nuestras familias. En la Argentina capaz de alimentar a más de 400 millones de personas por año, no puede ser que a la mayoría del pueblo no le alcance sus ingresos para poder comprar alimento dignamente. ¡Basta! ¡Eliminación de la cadena de comercialización y de todos los intermediarios, en primer lugar, confiscando todos los bienes y depósitos de alimentos y mercancías de las grandes cadenas comerciales, y garantizando su distribución mediante comités de control de precios y de abastecimiento organizados por la clase obrera y los explotados!
Encima los parásitos capitalistas nos roban en salario con el impuesto a las ganancias y nos con el IVA cobran un impuesto al consumo. Y todo es para subsidiar y garantizar las ganancias siderales de las transnacionales y los esclavistas. ¡Abajo el impuesto al salario obrero! ¡Abajo el IVA! ¡Por impuestos progresivos a las grandes fortunas!

Y para conquistar la alianza obrera y popular en esta lucha contra todos los buitres, los nativos y extranjeros, es necesario luchar por: ¡Nacionalización sin pago de la banca y creación de una banca estatal única bajo control obrero, para unificar la contabilidad de todo el país y llevar un control efectivo de lo que se produce y cómo se distribuye, para poder atender todas las necesidades del pueblo pobre! Con esta banca unificada, la clase obrera podrá ayudar con créditos baratos y condonación de deuda a las clases medias arruinadas del campo y la ciudad y a los pequeños comerciantes que no exploten trabajadores.

Esta es la lucha que necesitamos. Este son las demandas y el combate que deben encabezar los sindicatos y nuestras organizaciones de lucha.

El 28/8 debe ser una jornada de lucha y organización política de los trabajadores, convocando desde las asambleas
de base a un:

¡Congreso Obrero Nacional de ocupados y desocupados!

La clase obrera ha venido presentando batalla. Así lo demostró en Gestamp, Paty, Emfer-Tatsa, Lear, Donnelley, en las luchas docentes y con los trabajadores estatales y de la salud. Esas son las fuerzas que no quieren rendirse; y que uniéndose pueden convertirse en un verdadero polo de atracción para el conjunto del movimiento obrero, que necesita unir sus filas bajo un programa político y de ataque a los capitalistas. Ese es el contenido que debe adquirir el paro del 28/8. Para lograrlo, hay que comenzar por poner en pie ya mismo una coordinadora de los obreros despedidos y suspendidos, de los obreros de las fábricas que han cerrado y de los obreros de las fábricas recuperadas que bajo el “cooperativismo” pueden perderse en cualquier momento, porque todos estos sectores, le guste o no al FIT, tienen una demanda que los unifica en el combate: la estatización sin pago y bajo control obrero de toda planta que cierre, suspenda o despida.

Y esta es una demanda del conjunto del movimiento obrero, pues trata de que los trabajadores no paguemos el chantaje de los capitalistas. Por eso, debemos de cara al paro llamado para este 28/8, necesitamos llenar las fábricas de asambleas de base, para votar conquistar un gran Congreso Obrero, en el cual podamos votar y discutir un plan de lucha que le haga pagar “su” crisis a los buitres y parásitos imperialistas. Las Comisiones Internas y Cuerpos de Delegados combativos, que participaron de los “Encuentros” y “Plenarios” sindicales del FIT, deben poner todas sus fuerzas a disposición de esta pelea. ¡Hay que volver tras las huellas de “El Cordobazo” y “El Clasismo de los ´70”! ¡Hay que volver a poner de pie a los comités de fábrica como en el SITRAC-SITRAM! ¡El movimiento piquetero debe volver a ponerse de pie como en Mosconi y Cutral-Co! ¡Tienen que volver las asambleas, los piquetes y las ocupaciones de fábrica!

Si desde nuestras asambleas de base, logramos marcar esta impronta, entonces el paro del 28/8 tomado en manos de los trabajadores habrá sido un paso adelante para conquistar una HUELGA GENERAL POLITICA y retomar el camino de la revolución del 2001 y su grito “QUE SE VAYAN TODOS, QUE NO QUEDE NI UNO SOLO”.

La clase obrera debe tomar el destino de la nación en sus  manos y luchar por derrotar a las pandillas patronales y a su estado asesino, tomando el poder y conquistando un gobierno obrero y popular basado en los organismos de autodeterminación y democracia directa de las masas en lucha, que será el único que podrá llevar hasta el final la batalla por liberar a nuestra nación del yugo y opresión imperialista. E imponer que la crisis la paguen los capitalistas.

¡Fuera Wall Street!
¡ARGENTINA SERÁ SOCIALISTA O
SERÁ COLONIA YANQUI!

Para conquistar un nuevo reagrupamiento de la vanguardia obrera combativa… hay que poner al frente de nuestras luchas y organizaciones a una dirección revolucionaria…


Hay que refundar el trotskismo internacionalista en Argentina, el partido de León Trotsky y Mateo Fossa,
como parte de la lucha por refundar la IV Internacional…


 Frente a la brutal ofensiva de los capitalistas, se ha vuelto imprescindible reagrupar ya mismo a la vanguardia obrera. Se ha vuelto una tarea crucial para el devenir inmediato de la clase obrera argentina y para evitar que las derrotas parciales de los sectores más combativos sufridas en el último período se transformen en una dura y dolorosa derrota, unir a los obreros que resisten el ataque patronal y del gobierno. Los trabajadores en lucha de Donelley, Lear, Paty, Emfer-Tatsa, Calsa, los petroleros de Las Heras, los familiares y amigos de los trabajadores condenados y presos políticos, los docentes en lucha, necesitan ya mismo unir sus fuerzas antes de que sea demasiado tarde.

La clase obrera argentina ha dicho presente y ha desplegado enormes fuerzas para enfrentar el ataque del gobierno de las trasnacionales de Cristina Kirchner. En sus acciones, ha sabido demostrar estar a la altura. Quienes no lo estuvieron, fueron las actuales direcciones que tiene a su frente, que no han querido unir a los que luchan, ni organizar una sola acción de masas y lucha seria. Por el contrario, su política de crear ilusiones en las instituciones del estado burgués, como en la justicia, en el parlamento, o en los ministerios, ha debilitado cada una de las luchas que protagonizó el movimiento obrero.

Para conquistar este reagrupamiento, que implica volver a conquistar la democracia obrera, las asambleas de base, los piquetes, las coordinadoras y organismos ad hoc para la lucha política contra los capitalistas, hay que poner al frente de nuestras luchas y organizaciones una dirección revolucionaria. Los trotskistas de Democracia Obrera luchamos por esto, peleando para que la clase obrera y su vanguardia retomen las mejores tradiciones de lucha que ha dado la clase obrera argentina, como en el Cordobazo; como en el clasismo de los 70 con las coordinadoras y como en la resistencia al golpe gorila de la Libertadora; peleando por reconstituir el internacionalismo militante, ya que se ha vuelto más que necesario, unir las filas de la clase obrera argentina con la de sus hermanos de clase de Brasil y el resto de Mercosur para poder derrotar el ataque y el chantaje de las trasnacionales que a uno y otro lado de las fronteras nos han declarado la guerra.

Necesitamos poner en pie una nueva dirección revolucionaria del movimiento obrero que haga suya la lucha por Palestina, contra el genocidio en Siria, la lucha por cercar a Wall Street y por unir a toda la clase obrera latinoamericana con sus hermanos de Estados Unidos que en Missouri enfrentan al carnicero de Obama y su policía asesina. Allí están los grandes aliados de la clase obrera que hoy debe enfrentar el ataque de los fondos buitres y el gobierno de la Kirchner.

Frente a la debacle de la izquierda reformista y los renegados del trotskismo que han atado la suerte de la vanguardia obrera a la burguesía y sus instituciones, y para que esta nueva generación combativa de la clase obrera no sea llevada a un nuevo callejón sin salida por estas direcciones, los trotskistas luchamos, junto a los obreros de vanguardia y la juventud, acompañando su experiencia y marcando a cada paso un programa para conquistar las condiciones de la victoria, sin ocultarle a los obreros que entran al combate quiénes son sus aliados y quienes sus enemigos. La clase obrera argentina debe atar su suerte a la de sus hermanos de clase del Cono Sur y principamente a la del movimineto obrero norteamericano, cuya tarea central es cercar y derrotar a los parasitos de Wall Street que oprimen a nuestras naciones y han transformado el mundo en una sucia prisión.

En este combate los trotskistas de la FLTI enfrentamos al Foro Social Mundial ya su ala izquierda de los renegados del trotskismo que son quienes han sostenido al capitalismo en crisis.

Es por esto, que luchamos para que obreros internacionalistas y jóvenes de vanguardia abracen la lucha por refundar el trotskismo internacionalista en Argentina, con el programa de la IV Internacional de León Trotsky y Mateo Fossa. Por ello luchamos por refundar la IV Internacional, el partido mundial de la revolución socialista, la dirección que se merece el proletariado para triunfar.

 


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