¡EXPROPIACIÓN SIN PAGO Y BAJO CONTROL OBRERO DE TODAS LAS TRANSNACIONALES METALÚRGICAS Y DE TODA FÁBRICA QUE CIERRE, SUSPENDA O DESPIDA TRABAJADORES!
¡RENACIONALIZACIÓN SIN PAGO Y BAJO CONTROL OBRERO DE LA EMBRAER Y TODAS LAS PRIVATIZADAS!

¡Desde la CSP-Conlutas hay que impedir que continúe la división en las filas obreras, para enfrentar el ataque y aplastar a las transnacionales!
Por el camino de la dirección del Sindicato Metalúrgico de San José dos Campos, de acuerdos de suspensiones y despidos y de asambleas de ocupados separadas de los despedidos… ¡NO!
Por la asamblea de fábrica unificadas de ocupados, despedidos y tercerizados contra los despidos, por la reincorporación y contra los acuerdos de entrega de todas nuestras conquistas… ¡SI!
¡Basta de burócratas colaboracionistas!
¡Ellos no nos representan!
¡Asambleas de base unificadas de ocupados, despedidos, tercerizados en todas las fábricas, para votar un plan de lucha y conquistar un Congreso de todos los metalúrgicos 
para parar el ataque de la patronal y el gobierno antiobrero!

Ante una ofensiva generalizada de las transnacionales imperialistas que en Brasil dejó a más de 1,5 millones de trabajadores en la calle sólo en 2015, aumentando la masa de desocupados que buscan trabajo a 9 millones y la masa de desocupados crónicos en la ciudad en más de 30 millones. Esto sin contar que decenas de millones de campesinos pobres viven en la más absoluta miseria y continúan siendo expulsados de sus tierras por las transnacionales del agronegocio como Monsanto y Cargill (la misma que hoy desembarca en la Cuba de la burguesía castrista y la bandera yanqui clavada en la Habana), sufriendo constantes masacres por parte de los fazendeiros y sus pistoleros fascistas.
Fue en el proceso de 2012-2013 con el comienzo de la bancarrota de los “BRICS” que las transnacionales lazan un feroz ataque, caía su tasa de ganancia, tenían que relocalizarse, la crisis imponía mejores condiciones de explotación en otros puntos del planeta, debían reestructurar su producción, y desde las centrales sindicales y desde las direcciones de la izquierda reformistas sólo se escuchaba “la patronal nos ataca, no hay condiciones para luchar, tenemos que negociar… pero fábrica por fábrica”. Separando las filas obreras desde los sindicatos y separando a estos de la amplia mayoría de los no sindicalizados, se desarrollaron los procesos de 2013.
Ese mismo año el ejemplo más contundente de lo que sería el plan a seguir para todos los acuerdos entre la patronal y la burocracia de los sindicatos fue el que firmó la dirección del Sindicato Metalúrgico de São José dos Campos dirigido por el PSTU-LIT en la CSP-Conlutas. Este acuerdo bajo la premisa de “no hay condiciones para pelear, tenemos que negociar” acordaron despidos y suspensiones masivas (lay-off), aumento de la jornada de trabajo, reducción salarial a más del 50%.La transnacional imperialista de la GM cerraba un sector de la fábrica en São José dos Campos (MVA) y lo trasladaba a Rosario (Argentina), donde hoy rige el mismo acuerdo que rige en las fábricas de Brasil. En Argentina el acuerdo firmado por la dirección del Sindicato Metalúrgico de SJC también fue un gran ejemplo a seguir. ¡BASTA!¡Hay que unificar la lucha de todos los metalúrgicos del Cono Sur! ¡Nos explotan las mismas transnacionales, hay que combatir unificados en Brasil y Argentina!
Este acuerdo fue tan favorable a la patronal que ésta les agradeció el acuerdo y lo tomó como un “regalo de cumpleaños” (hacía 88 años que la GM saqueaba Brasil)… todo acabó con un abrazo fraterno entre Macapá y Mancha (dirigentes del Sindicato Metalúrgico de SJC y Región) y Luiz Moan (Presidente de la GM para Latinoamérica, hoy presidente de la Asociación Nacional de los Fabricantes de Vehículos Automotores). A partir de ahí lo que se desarrolló en toda la industria fue la “Escala Móvil de suspensiones y despidos, con rebaja salarial y aumento de la jornada de trabajo”.
Este plan se aplicó a rajatabla en toda la industria metalúrgica y se generalizó a todo el proletariado industrial. Las burocracias pelegas y reformistas de las centrales sindicales acordaron por fábrica (inclusive acuerdos distintos, por ejemplo, entre la GM de São José y en la GM de São Caetano) basados en los acuerdos de despidos, suspensiones rotativas, “Planes de Despido Voluntario” y jubilaciones adelantadas. De eso se trataron tanto los acuerdos de lay-off que firmó la dirección del Sindicato Metalúrgico de SJC y la de la Industria Química desde la Intersindical y los “Pactos de Protección al Empleo” firmados por la CUT, CTB, etc.

Primero las direcciones metalúrgicas firmaron por fábrica la suspensión, la flexibilización y el despido…
Ahora lo que prima es la separación de los despedidos y los ocupados…
¡No lo podemos permitir!
Para agravar aún más la situación en las filas obreras, lo que prima hoy en las fábricas es no solo la división entre ellas, sino que además la división entre los que continúan trabajando (con un obrero haciendo el trabajo que antes hacían 3 o 4 obreros) y los despedidos. Por ejemplo, los obreros que están produciendo hacen asambleas para las campañas salariales por turno y en estas no participan ni los tercerizados, ni los que están suspendidos, ni los que están despedidos, y si hacen huelga sólo la hacen los que están ocupados y por reivindicaciones de los que están ocupados.Las asambleas de los despedidos, los lesionados y los que pueden jubilarse con anticipación se hacen en el sindicato, donde no están los que continúan trabajando y lo que se resuelve en ellas son marchas por la ciudad, acuerdos con las prefecturas y medidas para “hacer presión” y garantizar buenas negociaciones uno a uno con los abogados del sindicato, separando las negociaciones inclusive entre los lesionados y las jubilaciones anticipadas por un lado y los acuerdos de indemnización para los despedidos por otro.
Esto se generaliza en todas las fábricas y como si fuera poco, ahora ante la crisis política que se desarrolla entre las fracciones burguesas por las tajadas de los negocios con el imperialismo, que no las cubren a todas, las centrales sindicales también dividen a los trabajadores impidiendo que se autoorganicen yponiéndolos bajo una u otra fracción burguesa, dejando así a las clases medias arruinadas bajo el control de la burguesía opositora, debilitando aún más al proletariado pues impidió que actuase como caudillo de la nación explotada en momentos que si la clase obrera no centraliza sus fuerzas y prepara una contra ofensiva superior a la de 2013, el imperialismo y la patronal esclavista arrasarán con todo.

Desde la CSP-Conlutas debemos impedir que se profundice la separación de las filas obreras y luchar por la unidad de los ocupados, los tercerizados y los desocupados, por trabajo para todos y 
para que las transnacionales y los capitalistas paguen por la crisis
                
                Hoy podemos ver en la asamblea de despedidos de la GM del 04-02-2016(Ver entrevista) una muestra cabal de cómo se encuentra la clase obrera brasilera. La base metalúrgica demuestra que no se rindió y que su disposición a luchar sigue de pie, pero se convierte en impotencia a medida que se impone la política reformista de “presión y negociación” y de dispersión de las filas obreras de la dirección del Sindicato Metalúrgico de SJC.
                Ha quedado claro por un lado que los acuerdos firmados en la mesa de negociación, solo han beneficiado a la patronal y significaron decenas de millones de despidos, pero por otro lado también queda más que claro que la base metalúrgica (que votó a la CSP-Conlutas en los últimos 20 años) estuvo y está dispuesta a luchar. Solo necesita un llamado firme y la puesta en pie de un organismo de lucha unificado que determine el camino de la victoria y este comienza con un programa para unificar las filas obreras y que defina el desconocimiento y la ruptura de todos los acuerdos de entrega firmados en las mesas de negociación y por un pliego único de demandas de todos los trabajadores.
Los patrones lucraron con nuestro sudor y nuestra sangre. Los trabajadores somos los únicos que producimos la riqueza, no podemos seguir perdiendo, puesto que si todo producimos, todo nos pertenece. ¡Basta de hambre y miseria para los explotados!
                
                Por el camino de la dirección del Sindicato Metalúrgico de acuerdos de despidos y suspensiones, y separación de los ocupados con los despedidos… ¡NO!
Desde la CSP-Conlutas hay que unificar las filas obreras, desconocer los acuerdos de entregas de nuestras conquistas y luchar por TRABAJO PARA TODOS, unificando a ocupados, tercerizados y despedidos en una misma lucha.
Como ayer en los comités de fábrica y comandos de huelga de 78-79, hay que reorganizar al movimiento obrero de abajo hacia arriba, esta vez hay que triunfar ¡Basta de diletantes y rutinarios en nuestros sindicatos, que en vez de organizar la lucha pretende organizar la negociación! ¡Basta de acuerdos de entrega de nuestras conquistas en la mesa de negociación! ¡La patronal nunca nos regaló nada, todo se lo arrancamos con lucha y golpeando como un solo puño! ¡Cada vez que luchamos divididos, son los patrones los que imponen sus condiciones! ¡Una sola clase, una sola lucha!
¡Fuera las manos de la burguesía de nuestras organizaciones de lucha! ¡Abajo los acuerdos firmados con la patronal esclavista, el gobierno antiobrero y su Ministerio de Trabajo!
¡Basta de dirigentes colaboracionistas!
LOS TRABJADORES NOS ORGANIZAMOS COMO QUEREMOS
¡Hay que conquistar las Asambleas de base en la GM, en la Embraer, en la Chery y todas las fábricas para votar delegados y organizar un Congreso de Delegados de Base de toda la rama metalúrgica!
¡Expropiación sin pago y bajo control obrero de todas las transnacionales automotrices, de autopartes y de todas las metalúrgicas!
¡Renacionalización sin pago y bajo control obrero de la Embraer y todas las privatizadas!
¡Contra las mismas trasnacionales, una misma lucha de todos los obreros metalmecánicos del Mercosur!
¡Fuera el imperialismo! ¡Hay que aplastar a las transnacionales!