volver al índice del Democracia Obrera Nº 45
Brutal ola represiva policial en el Comahue
Paralelamente en San Martín de los Andes, en pleno centro de la ciudad, la policía reprimió salvajemente a un grupo de jóvenes que pretendían que los dejen ingresar a una fiesta. Esto motivó una gran revuelta, que iba sumando jóvenes solidarios a medida que el viento dispersaba los gases lacrimógenos. Similar situación pasó en pleno centro de Bariloche, en las inmediaciones del gimnasio municipal Nº 1, luego de consumada la derrota de la selección nacional y en medio de apasionadas discusiones futboleras entre los jóvenes que habían colmado el gimnasio, llegó la represión de los asesinos de Bonefoi, Carrasco y Cárdenas. Lo que generó una enardecida ira generalizada en todos los jóvenes presentes y las escaramuzas que, duraron varias horas, terminaron con muchas vidrieras rotas de los comercios céntricos. Estos tres nuevos sucesos represivos demuestran que la masacre en el Alto, lejos de ser un exceso represivo de algunos miembros aislados de la institución -como pretenden hacernos creer desde la justicia patronal, los políticos patronales y la burocracia sindical- es una política centralizada desde el Estado, los gobernadores gorilas del MPN y la UCR y el gobierno Kirchnerista nacional. Quieren aterrorizar a la juventud obrera que ose rebelarse ante semejante miseria. Por ello se vuelve urgente que toda la juventud explotada argentina encabece un llamado a organizarse unificadamente junto a todas las organizaciones obreras combativas y los centros de estudiantes para enfrentar semejante ataque criminal del Estado. El camino es poner en pié la III Asamblea Nacional Piquetera de trabajadores ocupados y desocupados. Corresponsal |