volver al índice del Democracia Obrera Nº 48

Los resultados electorales de la primera vuelta en Brasil son una expresión distorsionada de la relación de fuerzas entre las clases.

Se fortalece el gobierno de frente popular
Y mientras la burguesía prepara una alternativa de recambio con los ecologistas

Los renegados del trotskismo se derrumban electoralmente

después de dividir a la vanguardia y poner a la clase obrera a los pies de la burguesía 

Contra la farsa de las elecciones burguesas
Contra el ataque de la burguesía a la clase obrera y las masas

¡Hay que reagrupar al proletariado brasilero, para enfrentar a la burocracia pelega, al gobierno y su régimen infame
del Pacto Social!

En los marcos de una campaña extremadamente despolitizada, donde las cuestiones centrales fueron ocultadas y temas como el aborto ganaron súbita importancia, las urnas confirmaron las expectativas y dieron una amplia victoria al frente popular y sus partidos aliados.
Aunque Dilma Rousseff (la candidata del PT de Lula) no haya ganado en la primera vuelta, con cerca de un 46,60% o sea, 46.600.000 de votos sólo fue aplazada su victoria debido a la sorprendente votación de Marina Silva (del Partido Verde) con un 19,40%. Mientras que José Serra del PSDB con 32,50 % tuvo un enorme retroceso en relación al 41% de Geraldo Alckmin en 2006. Por su parte, el PT, con el 46,60% de Dilma, mantiene su caudal electoral en relación al 46% y el 48% obtenidos por Lula en 2002 y 2006.
El peso que tuvo la cuestión del aborto en la campaña sirvió para ocultar cuestiones centrales: que frente a la profundización de la crisis en Brasil, ganase quién ganase, Dilma, Serra o Marina, el nuevo gobierno tendrá que lanzar duros golpes contra la clase obrera, como una nueva reforma de la sanidad, aumento de la edad mínima para la jubilación, una recorte de gastos en educación, salud, sanidad, saneamiento, etc., para garantizar las utilidades de la burguesía y el imperialismo.
El mapa electoral fue semejante al de 2006, con Dilma venciendo en el norte, nordeste, sudeste y Rio Grande do Sul, y Serra venciendo en el Centro Oeste y en el Sur. Mientras que Marina ganó en la Capital (DF).
En relación al voto urbano y del interior, Dilma obtuvo más votos en el interior del país. Serra y Marina tuvieron más votos oriundos de los grandes centros urbanos. Esto se explica por la enorme cantidad de personas del Norte y el Nordeste que reciben la Bolsa Familia.
En cuanto a la elección de gobernadores de los estados los candidatos apoyados por Lula y por el frente popular obtuvieron una gran mayoría. En los estados dónde se pasó a segunda vuelta para la elección de gobernadores, once candidatos apoyan a Dilma y cinco a Serra.
En la elección para el senado, de las 54 plazas en disputa, los candidatos del frente popular y sus aliados (PT, PMDB, PSB, PR, PRB, PDT, PTB, PP, PCdoB, PMN, PV) obtuvieron 44, mientras que el bloque opositor que apoya a Serra (PSDB, DEM, PPS) obtuvo ocho senadores y el PSOL dos. Es decir que la victoria del frente popular para el senado fue aplastante con una amplia mayoría en el senado de 59 senadores, contra los 43 que actualmente apoyan a Lula; mientras que la oposición pasará de tener 38 a 20 y el PSOL dos. Dilma tendrá mayoría holgada con más de 2/3.
Finalmente, en las elecciones para la cámara de diputados el frente popular también obtuvo una aplastante victoria. La base parlamentaria del frente popular será de 372 diputados contra los actuales 357. El PSOL consiguió tres diputados, la misma cantidad que tenía anteriormente.
En un primer análisis podemos decir que Lula consiguió casi todos sus objetivos en esta elección. Obtuvo la mayoría de los gobernadores, senadores y diputados federales. A pesar de no haber conseguido consagrar a Dilma en la primera vuelta, ella tuvo una votación similar a las de Lula en 2002 y 2006 y sigue favorita para vencer en la segunda vuelta, el 31 de octubre. Mientras que Serra, a pesar de mostrarse victorioso por haber conseguido llevar la elección a la segunda vuelta, no puede esconder la derrota de su partido el PSDB y su aliado el DEM.

El surgimiento de un fenómeno centro-izquierdista: Marina Silva

La gran sorpresa fue el surgimiento de un fenómeno centro-izquierdista con influencia de masas. Frente a la desmoralización y derrumbe de la derecha tradicional (PSDB/DEM/PPS) y a un posible fracaso del frente popular, la burguesía necesitaba una alternativa burguesa para una futura oposición.
Para comprender este fenómeno centro-izquierdista es necesario considerar la trayectoria de Marina Silva, semejante a la de Lula. Mujer campesina, analfabeta hasta los 16 años, trabajó como empleada asistenta, primero católica después evangélica, estudió historia en la universidad federal de Acre, se recibió y fue profesora. Se afilió al PT en 1981, militando en el Partido Revolucionario Comunista (PRC). Militó en el movimiento sindical, fue fundadora y dirigente de la CUT en Acre. Fue electa concejala en 1988. Después diputada provincial en 1990, senadora en 1994, y reelecta senadora en 2002. Su vinculación a la causa de la defensa de la ecología y de la Amazonia le dio prestigio internacional y la llevó a ser ministra del medio ambiente de Lula desde 2003 hasta 2008. La vinculación con las causas ambientales le dio estatus internacional además de apoyo de sectores burgueses y pequeño-burgueses interesados en los grandes logros del llamado capitalismo ecológico. La candidatura de Marina representa a los nuevos sectores en ascenso del capitalismo como los defensores de los biocombustibles, energía limpia, economía verde.
Marina se presentó con un proyecto de capitalismo liberal, ecológico y ético, bien del gusto de la pequeña burguesía y sectores burgueses ascendentes. No es casual que la mayoría aplastante de los electores de Marina está en las capitales y en los grandes centros urbanos. Marina también obtuvo gran votación en la juventud desilusionada con el PT.
Poco se habló y mucho se ocultó, pero el programa más liberal desde el punto de vista económico no era el de Dilma ni el de Serra, sino el de Marina. Además, ella escogió como su vice a Guilherme Leal (uno de los 1000 empresarios más ricos del mundo, con un patrimonio de U$S 2,1 mil millones de dólares), empresario, presidente de La Natura, principal empresa brasileña del ramo de cosméticos, que tuvo una facturación de R$ 4,3 mil millones en 2007 con utilidades por R$ 465 millones.
Pero toda esta onda verde, liberal y ética no habría sido posible sin la contribución inestimable de los renegados del trotskismo organizados en el PSOL, PSTU y PCO.

El derrumbe de los renegados del trotskismo
Esta elección marca no sólo el surgimiento de un fenómeno centro-izquierdista, sino también el derrumbe de los renegados del trotskismo, que naufragaron con la política oportunista que aplicaron desde el inicio de la crisis mundial en 2008. Desde el inicio de la crisis en 2008/2009 los renegados del trotskismo organizados en el PSOL, PSTU y PCO, hicieron todo para desorganizar y desmoralizar las filas de la clase obrera impidiendo el surgimiento de una política independiente de la clase obrera frente a la crisis.
El PSOL defendió su programa “desenvolvimentista” burgués, que pedía a Lula más subsidios a la producción; el PSTU pedía a Lula una medida que impidiera los despidos; y el PCO con su política centrista y sectaria luchaba contra el reagrupamiento de la vanguardia obrera en la CONLUTAS.
El punto culminante de la política desmoralizante de los renegados del trotskismo fue el CONCLAT realizado en junio de 2010, que podría haber sido un punto de reagrupamiento de la vanguardia obrera, empalmando un programa de independencia de clase frente la crisis, e inclusive en las elecciones.
Lamentablemente, los renegados del trotskismo, sobre todo el PSOL y el PSTU colocaron en el primer plano las disputas burocráticas por el control de la nueva “Central”, sobre todo el dinero y los cargos, llevando a la “implosión” del CONCLAT y a la desmoralización de amplios sectores de la vanguardia obrera.
El PSOL se dividió frente las elecciones con su ala derecha de Heloísa Helena (mandelistas), Luciana Genro (MST/MES) y el MTL, defendiendo el apoyo a Marina; mientras que las alas de centro y de izquierda (APS, LSR, CST, Revolutas, CSOL, Enlace, y otros), defendieron el lanzamiento de una candidatura propia.
En la III conferencia electoral de abril de 2010, fue aprobada por pequeña mayoría de votos el lanzamiento de Plínio de Arruda Sampaio como candidato a presidente. El bloque formado por Heloísa Helena, MES y MTL abandonó la conferencia y rechazó el apoyo a Plínio, decididos a apoyar a Marina Silva.
El PSOL insistió mucho sobre el PSTU, sobre todo en el CONCLAT, para reeditar el Frente de Izquierda, pero sin Heloísa Helena el PSTU prefirió lanzar a Zé Maria.  
La campaña de Plínio fue marcada por la defensa del “desenvolvimentismo” y de las reformas en los marcos del capitalismo. A pesar del enorme “mass media” que tuvo, no lo aprovechó para defender los intereses de la clase obrera, limitándose a defender políticas reformistas. Plínio obtuvo 886.466 votos (0,87%), muy lejos de los 6.700.000 votos de Heloisa Helena (6,7%) en 2006. El PSOL consiguió dos senadores, tres diputados federales y cuatro diputados provinciales.
Entre los diputados federales del PSOL, salió elegido un arribista, un ex-big-brother (Gran Hermano), que ciertamente no se quedará mucho tiempo en el PSOL.
Lo que el PSOL oculta es que su derrota electoral fue aplastante. Además de caer del 6,7% a un 0,9% a nivel nacional, su musa y ex-candidata a presidente fue derrotada en la elección para senadores en Alagoas.
Como sus perspectivas electorales son muy limitadas, ciertamente el partido va a entrar en una crisis agónica, arrastrándose para intentar sobrevivir hasta las próximas elecciones municipales (2012). 
Por su parte, el PSTU tuvo una debacle aún mayor. Su candidato Zé Maria, tuvo sólo 84.500 votos (0,08%), muy por debajo de los 200.000 de 1998 y de los 400.000 de 2002. En São Paulo, la candidata del PSTU al senado Ana Luiza, consiguió 109.000 votos, o sea que tuvo más votos en São Paulo que Zé Maria en el país entero. Una enorme desmoralización para el principal cuadro sindical del PSTU y Presidente de la CSP-CONLUTAS.
El PSTU alega que el resultado fue bueno y culpa a la coyuntura adversa, a la fragmentación de la izquierda y al boicot del “mass media”. Nada más desmoralizante que este análisis que oculta toda la responsabilidad de la política del PSTU en el movimiento obrero frente la crisis 2008/2010, principalmente el papel reaccionario que cumplió durante el CONCLAT, que llevó a la desmoralización y a la desorganización a un importante sector de la vanguardia del proletariado brasileño.
Es importante destacar que los grupos pequeños de los renegados del trotskismo (LER-QI, Espacio Socialista, Práxis (MAS argentino), llamaron a votar “críticamente” al PSTU. Mientras que liliputiense PCO (ex-altamirista) tuvo 12.000 votos (0,01%); y el PCB, pequeño grupo, remanente del estalinismo en Brasil, 34.000 votos (0,04%).
Todos los renegados del trotskismo sumados a los estalinistas tuvieron sólo un millón de votos. Un derrumbe electoral evidente.

FLTI, San Pablo
Octubre 2010   

 

| contactenos