volver al índice del Democracia Obrera Nº 48

 

Ante el rescate de los mineros atrapados en la mina San José, y ante la política de la burguesía de “Unidad Nacional”

¡NINGUNA UNIDAD CON NUESTROS VERDUGOS!
¡La clase obrera no tiene nada que agradecer al régimen cívico militar y al gobierno de Piñera!

 

El miércoles 13 de Octubre se realizó finalmente el rescate de los 33 mineros que estuvieron atrapados 70 días en los socavones de la mina San José. Esta operación fue televisada y vista por millones de personas en todo el mundo. La televisión chilena transmitió en vivo y en directo el rescate de cada uno de los mineros en cadena nacional y para todo el mundo. Nunca antes en la historia se supo de una situación similar. Los ojos de la clase obrera mundial, sobre todo, estuvieron puestos en el desenlace de esta operación, esperando, con justicia, que los 33 trabajadores salieran con vida después de haber quedado encerrados en la mina tras un derrumbe, que dejó al desnudo las terribles condiciones de explotación e inseguridad que padece el proletariado minero en Chile a manos de las transnacionales que súperexplotan a la clase obrera y saquean la nación.
El gobierno pro-yanqui del pinochetista Piñera y el conjunto del régimen cívico militar chileno, al grito de “Viva Chile”, impusieron con este rescate la profundización de la política de “Unidad Nacional”, que busca hacerle creer a los trabajadores que la clase obrera y la burguesía pueden tener intereses comunes, anulando los intereses antagónicos de clase.
La burguesía mundial, de conjunto, ve hoy como un ejemplo al régimen pinochetista chileno. Es que en un país que acaba de vivir un terrible terremoto, que dejó al desnudo que habían dos Chile: uno de los explotados que morían, quedaban sin casa y que muchos de ellos siguen viviendo en campamentos; y otro de la burguesía que ni un rasguño recibió en la catástrofe; en un Chile con decenas y decenas de presos políticos procesados bajo la ley antiterrorista; en un Chile donde mueren mineros a diario producto de la desenfrenada sed de ganancia de los parásitos capitalistas, en un Chile saqueado por las transnacionales, con un salario mínimo miserable, con la salud y la educación privatizadas, etc., en un país bajo este contexto, fértil terreno de sublevaciones obreras, la burguesía logró, por ahora, contener cualquier lucha a la altura de enfrentar y derrotar la “Unidad Nacional” que consiguió imponer la burguesía.
Para la burguesía mundial el régimen chileno ha dado un ejemplo de cómo someter a los explotados, como encarcelarlos bajo la excusa del “terrorismo”, misma excusa que los gobiernos imperialistas utilizan para invadir Medio Oriente, para expulsar inmigrantes, para blindar los regímenes, etc. Para ellos, el régimen pinochetista es un ejemplo de cómo someter a la clase obrera, con una política de colaboración de clases, a la unidad nacional e impedir -de la mano de la burocracia sindical que maniata a los trabajadores desde sus organizaciones y le impide pelear- que el conjunto de los explotados se rebele contra las esclavizantes condiciones que le impone la patronal asesina. 
Justamente, esto es lo que para la burguesía imperialista mundial hay que hacer con la crisis económica mundial, que ha dejado descubierto al capitalismo como un sistema que ha demostrado no cumplir ningún papel progresivo para la humanidad, más todo lo contrario, lo ha mostrado como un freno absoluto para la civilización humana; para ellos, con la crisis hay que hacer como se hizo en Chile, convertirla en un acto de sometimiento aún mayor de la clase obrera mundial a las cadenas capitalistas.
Por eso es que hoy Piñera, ante los saludos de los carniceros imperialistas Merkel, Sarkozy, Obama, Cameron, Zapatero, etc., les entrega un mensaje que llevará en persona en la gira a Europa que realizará los próximos días: Chile, con la clase obrera sometida a la “Unidad Nacional”, es fuente de explotación desenfrenada de la clase obrera y saqueo de los recursos naturales, y les dice a sus amos imperialistas que pueden venir tranquilos a invertir.

La CUT y las direcciones reformistas: cómplices del operativo de “Unidad Nacional” de la burguesía y enemigos del grito que en su momento levantaron compañeros y familiares de los 33 mineros atrapados: ¡No fue un accidente, fue un crimen!
¡Que paguen los culpables!

Por supuesto, este triunfo de la burguesía no se conquistó por la fortaleza interna del régimen pinochetista-concertacionista hoy administrado por el lacayo Piñera. Para esto necesitó de la estrecha colaboración de la burocracia sindical de la Central Unitaria de Trabajadores (dirigida por el Partido Comunista y el Partido Socialista) y la Confederación de Trabajadores del Cobre (dirigida por Cristian Cuevas del PC), quienes se alinearon totalmente con el operativo del gobierno para someter a la clase obrera a la “Unidad Nacional”. Fueron parte clave de esta estafa que busca pasar a nuestros verdugos por “héroes salvadores” de la clase obrera. Estos burócratas se mostraron enemigos abiertos de lo que, en su momento, plantearon los compañeros y familiares de los mineros atrapados: “¡No fue un accidente, fue un crimen! ¡Que paguen los culpables!” Son cómplices del gobierno que asesina obreros, que ejecuta la esclavizante ley de subcontratación, que encarcela campesinos pobres por ocupar fundos de los terratenientes y a la juventud por sublevarse contra este sistema de opresión; el gobierno que reprime, que hambrea, etc., quede como héroe ante los ojos de las masas. Cómplices terminaron siendo también las direcciones que se revindican “combativas” y “antiburocráticas”, como SITECO que participó en el CONCLAT, que, por omisión, sostuvieron en todo momento la nefasta política de la dirección oficial del movimiento obrero, que fue la de llevar a la clase obrera a los pies del parlamento burgués, sus “comisiones investigadoras” y la “Unidad Nacional”.
Por supuesto, como parte de todo el plan de legitimar al régimen antiobrero del TLC, a las FF.AA. y todas las instituciones del estado burgués, también fue la estafa de la “Revolución Bolivariana” la que sostuvo este “operativo” para lavarle la cara al régimen asesino de la Concertación y la derecha. Saludos al gobierno de Piñera enviaron Chávez, Correa, Kirchner, etc. Evo Morales, asesino y hambreador de mineros y campesinos en Bolivia, con la excusa de venir a “apoyar” al minero boliviano que quedó atrapado junto a los demás mineros, sostuvo a Piñera, mostrándolo como amigo de los trabajadores y héroe del rescate. Claro está que ambos gobiernos, el de Morales y el de Piñera, tienen mucho en común: la entrega, como buenos lacayos, de la nación al saqueo imperialista. Son los mismos monopolios yanquis, ingleses, franceses, canadienses, australianos, etc., los que explotan al proletariado minero en Chile, Bolivia, Perú, México, China, etc. Son los mismos monopolios los que asesinan a diario en las minas a los obreros chinos, mexicanos, ecuatorianos peruanos y bolivianos. Los mismos que asesinaron a los mineros en un yacimiento en Ecuador.
Nos dicen que este gobierno, como “amigo de los trabajadores”, no escatimó en esfuerzos para sacar con vida a los 33 compañeros mineros atrapados. Mentira. El gobierno, de ser por su propia voluntad, hubiese dejado morir a los mineros, como quedó demostrado en los primeros días después del derrumbe, cuando no hizo nada por buscarlos. Fue la presión de las heroicas familias de los mineros que, instalando un campamento en las afueras de la mina, elaborando un plan obrero de rescate, marchando hacia la mina al grito de: ¡“No fue un accidente, fue un crimen! ¡Que paguen los culpables!”, encarando a la aristocracia minera que ni un pelo movió en defensa de los 33 mineros atrapados, le impuso al gobierno que llevara adelante un plan serio de rescate.
El gobierno no hizo más que, imbuido de pánico ante una posible sublevación de todo el proletariado minero, montarse sobre el sentimiento de solidaridad de toda la clase obrera con nuestros hermanos mineros, para hacer propaganda y, con la colaboración de la burocracia sindical, imponer la unidad nacional. Así respondieron la patronal y el gobierno porque en aquel momento, con la posibilidad de una irrupción independiente del proletariado minero, ya que los 33 mineros atrapados representaban las condiciones de los miles de mineros del país, con más de 30 presos políticos en huelga de hambre contra la pinochetista ley antiterrorista, con los explotados de Dichato cortando las rutas ante las terribles condiciones a las que fueron sometidos después del terremoto, con los secundarios y los universitarios peleando por la educación para el hijo del obrero, con los trabajadores públicos en paro contra los despidos, etc., se ponía en riesgo su estabilidad burguesa y los negocios de los monopolios imperialistas que se llevan todo el cobre del país.

CHILE: ¡ÚLTIMO MOMENTO!

¡Viva la lucha de los mineros despedidos de la mina San José!

¡Basta de engaños de la burguesía! Hay que decir la verdad: los 33 mineros están con vida gracias a la clase obrera chilena y su combate; es gracias al campamento de los heroicos familiares y mineros apostados en Copiapó, que denunciaron valientemente que el derrumbe de la mina: “¡No fue un accidente, fue un crimen! ¡Que paguen los culpables!”. Es por el apoyo de millones de explotados. Ante esto el gobierno y la patronal respondieron montándose sobre la lucha del proletariado para utilizar el rescate de los mineros a favor de la burguesía y así intentar expropiar el justo combate de la clase obrera contra sus verdugos.
Contra todo este operativo montado para legitimar al gobierno de Piñera y al conjunto del régimen antiobrero, hoy se ponen de pie los mineros despedidos de la mina San José, denunciando que todavía la patronal negrera y asesina no les ha pagado el finiquito. Así enfrentan a la patronal, al gobierno y el régimen con los métodos de lucha de la clase obrera: con sus piquetes y cortes de ruta contra el “show de Piñera”. Incluso han llamado a todos los mineros del país al paro nacional. ¡Así se lucha!

¡Los mineros de San José le marcan el camino a toda la clase obrera de Chile!

Los mineros ya han hecho un claro llamado:
¡PARO NACIONAL MINERO YA para imponer todas las demandas del proletariado minero!

¡Los verdugos de la clase obrera no pueden ser nuestros héroes!
¡Las mineras imperialistas que masacran a los mineros, se roban el cobre y saquean la nación no pueden ser las salvadoras de los mineros de Chile!

¡Abajo la “Unidad Nacional” de los explotadores de la clase obrera chilena!
¡Abajo el régimen cívico-militar pinochetista-concertacionista!
¡Abajo el TLC que saquea y desangra nuestro país!

Es urgente unificar ya a las filas obreras para derrotar el ataque del régimen. Los trabajadores del LIDER de Copiapó están en huelga y han sido brutalmente reprimidos por los pacos asesinos. ¡Hay que unificar ya a los mineros y a los trabajadores del LIDER en un mismo organismo para combatir a la burguesía y enfrentar a los pacos asesinos que nos reprimen!
¡Hay que formar ya un COMITÉ NACIONAL DE LUCHA con los mineros de la mina San José, los portuarios de San Antonio, los trabajadores del Casino Monticello, de Farmacias Ahumada, del LIDER de Copiapó. del Transantiago, los campesinos pobres y los estudiantes en lucha para unificar nuestras demandas!

A la “Unidad Nacional” de nuestros verdugos, debemos oponerle la unidad de los explotados:
¡Congreso Obrero ya con delegados de base de todo el movimiento obrero, los campesinos pobres y los estudiantes combativos para votar un pliego único de demandas y preparar y organizar la Huelga General para derrotar el gobierno, el régimen y la patronal!
¡Abajo el Chile de los saqueadores del cobre y de todas las riquezas de la nación, de las transnacionales, la patronal nacional y las FF.AA. genocidas!
¡Por un gobierno obrero y campesino basado en los Cordones Industriales armados, para expropiar a los expropiadores y romper con el imperialismo, la única manera de garantizar hasta la última de las demandas de la clase obrera y el pueblo pobre!
¡Para que los explotados vivan, el imperialismo debe morir! 

El Chile de la “Unidad Nacional” encubre el infierno que a diario vive la clase obrera y los explotados

Es que la “Unidad Nacional” del régimen de Piñera y la Concertación, encubre el verdadero Chile que nada tiene de unido: el Chile de la superexplotación obrera, del salario mínimo de 177 mil pesos, la antiobrera ley de subcontratación, del TLC que entrega la nación al imperialismo, que encierra en las cárceles a decenas y decenas de luchadores, etc. Esta política encubre que, pocos días antes del rescate, en Chuquicamata, la mina de cobre a tajo abierto más grande del mundo, moría un minero subcontratista en medio de una explosión, y días después un joven minero en Petorca murió, haciendo horas extra, aplastado por un planchón de rocas dentro de la mina. Un nuevo crimen contra la clase obrera a manos de la sed de ganancias patronal. Un crimen que es solo una pequeña muestra de las cientos de muertes en las minas que al año ocurren en Chile. Encubre el Chile del saqueo descontrolado del cobre, y que, pese al miserable royalty, mantiene el 70% del cobre en manos de los monopolios. Encubre el Chile de los presos políticos y de la ley antiterrorista; el que quedó al desnudo después del terrible terremoto que sacudió el país. Este operativo le ha servido entonces al régimen para lavarse la cara, para legitimar a Codelco, a las Fuerzas Armadas pinochetistas, a los pacos asesinos, a la Policía de Investigaciones, quienes fueron parte activa del rescate, y a todas las instituciones del régimen antiobrero.
Piñera, demagógicamente, ha dicho que “la verdadera riqueza del país no es el cobre, sino que son los mineros”. Es que para la burguesía, la riqueza se conquista con los trabajadores bajo las actuales condiciones, es decir, sometidos, explotados, muriendo en las minas, con salarios de hambre, con subcontratación, es decir, cuando no peligra la relación capital-trabajo, o sea la dominación de la burguesía sobre el proletariado. Pero cuando estos mismos trabajadores se sublevan por mejorar sus condiciones de vida enfrentando al régimen y amenazan la relación capital-trabajo, no son ya la riqueza del país, sino que se convierten en los terroristas que merecen palos, balas y cárcel, como quedó demostrado en la huelga minera de Collahuasi hace unos meses, cuando las Fuerzas Armadas (enviando aviones Hércules para transportar los carros represivos de la policía), y los pacos asesinos no estaban a disposición de “rescatar” a los mineros, sino de reprimir, perseguir y castigar a los obreros que peleaban por aumento de salarios y mejores condiciones laborales en las minas. Ese es el Chile “unido” de la burguesía pinochetista.

Sin embargo, hay algo que se niegan a decirle a las masas explotadas la burocracia sindical y toda la izquierda reformista: que la clase obrera es tremendamente fuerte, que el proletariado minero tiene la llave maestra para salir de las terribles condiciones de vida en que están sumidos los explotados, que es quien crea las máximas riquezas del país; quieren hacer creer que el proletariado, sin la burguesía, no puede llevar sobre sus hombros la responsabilidad de dirigir la sociedad, cuando es sabido la fuerza gigantesca que ejerce un día de paro en la minería del cobre, puesto que es el corazón de la economía chilena, principal productor de cobre en el mundo, y son los mineros quienes con su fuerza de trabajo, sus huesos y músculos, lo echan a andar todos los días.

La clase obrera debe levantar el grito que en su momento alzaron los familiares de los 33 mineros: La subcontratación, los salarios de hambre, la entrega del cobre, la cesantía, la represión pinochetista… son un crimen, ¡que paguen los culpables!

Los revolucionarios de la Fracción Leninista Trotskista Internacionalista nos declaramos enemigos de toda unidad con nuestros verdugos. A la “unidad nacional” de nuestros verdugos, debemos oponerle la unidad de los explotados: ¡Congreso obrero ya con delegados de base de todos los trabajadores, los campesinos pobres y los estudiantes combativos para preparar la Huelga General para echar abajo al infame régimen cívico militar y el TLC, y romper con el imperialismo!

Por un pliego único de demandas para unificar las filas obreras

Declaramos que rescatar al proletariado minero significa hoy romper con toda política de unidad con cualquier sector de la burguesía y pelear por la inmediata renacionalización sin pago del cobre bajo control de los mineros. ¡Basta de sostener a los genocidas de las Fuerzas Armadas que se roban el 10% del cobre! ¡Abajo la ley reservada del cobre! ¡Hay que expropiar, sin indemnización y bajo control obrero, a los monopolios imperialistas que saquean la nación y masacran a los trabajadores! Ahí está la plata para la educación, la salud, la vivienda, etc., para los millones de explotados. Contra los falsos balances que presentan los monopolios que se llevan el cobre, que ocultan las verdaderas ganancias, que pretenden legitimar con el miserable royalty pactado en el parlamento burgués: ¡Abajo el secreto comercial! ¡Que se abran los libros de contabilidad!

La única unidad que debe reconocer la clase obrera es la unidad de los oprimidos: hay que pelear por terminar con la antiobrera ley de subcontratación, impuesta por la Concertación y aplicada hoy por la derecha pinochetista, que divide al proletariado minero y a toda la clase obrera ¡A igual trabajo igual salario! ¡Abajo la ley de subcontratación!¡Todos a planta permanente con el mismo convenio colectivo de los mineros de Codelco!
Mientras los parásitos imperialistas y sus socios menores siguen enriqueciéndose a costa de la superexplotación de la clase obrera, creadora de toda la riqueza existente, el proletariado es sometido a salarios de hambre que no alcanzan a cubrir los gastos ni de la primera semana del mes. Hay que rescatar a la clase obrera de los salarios de hambre y miseria ¡Salario mínimo de 700 mil pesos, reajustable según la inflación ya!
Ante los miles de despidos que ya se han llevado adelante cerrando minas “por cuestiones de seguridad”, ante los 2 mil despidos por jubilación anticipada que anuncia la patronal minera, ante los despidos en el servicio público, etc., hay que unificar a los trabajadores ocupados con los desocupados en una sola lucha por trabajo para todos. Ante la dramática situación que viven los mineros de la mina San José que no quedaron atrapados en la mina, sino en las garras de la desocupación y que hoy combaten por sus puestos de trabajo y pos sus salarios. ¡Reparto inmediato de las horas de trabajo entre todas las manos disponibles, reduciendo la jornada laboral!
Los crímenes contra el proletariado minero no han cesado. Solo en la última semana ha muerto un minero en Chuquicamata y otro en una mina en Petorca, ambos producto de la sed de ganancias de la patronal esclavista, que se suman a las centeneras de muertes anuales en las minas de Chile. Para que nunca más haya que lamentar muertes obreras al interior de las minas, en las obras de construcción, en la pesca, en la industria forestal, etc., hay que pelear por ¡los mejores implementos y medidas de seguridad en toda la minería e industria del país! Esto solo lo puede garantizar la clase obrera expropiando a los monopolios imperialistas y rompiendo con la burguesía asesina.
Rescatar a los mineros y a toda la clase obrera de las garras de la burguesía es también rescatar a nuestros presos políticos de las mazmorras del régimen cívico militar de la Constitución de Pinochet. ¡Libertad inmediata e incondicional a todos los presos políticos! ¡Abajo la ley antiterrorista! ¡Abajo la justicia militar! ¡Tribunales obreros y populares para juzgar y castigar a todos los asesinos de ayer y de hoy, partiendo por los responsables del crimen contra los mineros de Copiapó!
Mientras la burguesía chilena desde sus diarios y medios de prensa no cesa de mostrar las muertes mineras en todo el mundo, para ensalzar el rescate en la mina San José, el proletariado minero chileno debe ser la vanguardia en unificar sus filas con el movimiento minero de Perú, Bolivia, México, China y todo el mundo., víctimas hoy de la desenfrenada sed de ganancias de los monopolios imperialistas que saquean al mundo para salir de su crisis económica, en lucha por la expropiación, sin pago y bajo control obrero, de todas las minas del planeta. Solo así conquistaremos la máxima seguridad en las minas del mundo. ¡Una sola clase, una sola lucha por sobre las fronteras! ¡Viva la unidad de la clase obrera mundial! ¡Abajo la “Unidad Nacional” del asesino Piñera que somete a la clase obrera a sus verdugos y al látigo del capital!

Partido Obrero Internacionalista – Cuarta Internacional (POI-CI) de Chile, integrante de la FLTI

17 de Octubre de 2010 

 


 

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