ITALIA

mientras la burocracia de los sindicatos y los partidos social imperilitas miran para otro lado...

LOS TRABAJADORES INMIGRANTES EN EUROPA SE SUBLEVAN EN EL "CAMPO DE CONCENTRACIÓN" DE LAMPEDUSA 

Mi­les de tra­ba­ja­do­res de Tú­nez, Li­bia, Ma­rrue­cos y de­más paí­ses de Áfri­ca em­pu­ja­dos por la de­ses­pe­ra­ción, por el ham­bre hu­yen de su tie­rra ha­cia Eu­ro­pa con la úni­ca es­pe­ran­za de po­der en­con­trar pan y tra­ba­jo.
Des­de el co­mien­zo del año más de 48000 in­mi­gran­tes han lle­ga­do al cen­tro de re­cep­ción de Lam­pe­du­sa, is­la al sur de Ita­lia. Otros mi­les mue­ren dia­ria­men­te al que­rer cru­zar el Me­di­te­rrá­neo, ya que lo ha­cen en bar­ca­zas pre­ca­rias, sin se­gu­ri­dad don­de se ha­ci­nan jun­to a sus mu­je­res e hi­jos. En lo que va del año más de dos mil in­mi­gran­tes se en­cuen­tran de­sa­pa­re­ci­dos en el mar. En ma­yo los car­ni­ce­ros im­pe­ria­lis­tas eu­ro­peos de­ja­ron nau­fra­gar un bar­co don­de mu­rie­ron se­sen­ta y un in­mi­gran­tes so­bre se­ten­ta y dos pa­sa­je­ros que tra­ta­ban de lle­gar a la is­la. De­ses­pe­ra­dos avi­sa­ron a los guar­dias cos­te­ros ita­lia­nos y a la Otan que el mar es­ta­ba re­vuel­to, que no con­ta­ban con com­bus­ti­ble, co­mi­da ni agua. Cu­rio­sa­men­te un he­li­cóp­te­ro les ti­ro agua y ga­lle­tas, pa­ra lue­go de­sa­pa­re­cer y no vol­ver más. ¡Ase­si­nos! Son res­pon­sa­bles de una ver­da­de­ra ma­sa­cre con­tra los obre­ros in­mi­gran­tes.
Los so­bre­vi­vien­tes que arri­ban a Lam­pe­du­sa son alo­ja­dos en un Cen­tro de Iden­ti­fi­ca­ción y Ex­pul­sión (CIE), don­de per­ma­ne­cen ha­ci­na­dos por mi­les. Es­tos cen­tros, ver­da­de­ras cár­ce­les de ni­ños, mu­je­res y obre­ros in­mi­gran­tes so­lo les “ofre­cen” pé­si­mas con­di­cio­nes de vi­da, ham­bre y en­fer­me­da­des. Y no es de ex­tra­ñar es­te abo­mi­na­ble tra­ta­mien­to, si son los mis­mos car­ni­ce­ros im­pe­ria­lis­tas que de­por­ta­ron y echa­ron co­mo a pe­rros a los tra­ba­ja­do­res in­mi­gran­tes cuan­do en rea­li­dad ellos son los que ha­cen e hi­cie­ron fun­cio­nar con su tra­ba­jo a to­da Eu­ro­pa. Así tra­tan a los obre­ros in­mi­gran­tes, los más su­pe­rex­plo­ta­dos, co­ra­zón de la cla­se obre­ra eu­ro­pea. Y hoy co­mo ellos son la avan­za­da en Eu­ro­pa de la re­vo­lu­ción li­bia, tu­ne­ci­na, egip­cia, los car­ni­ce­ros de Maas­tricht tiem­blan an­te el es­pan­to que la re­vo­lu­ción pe­ne­tre en el con­ti­nen­te eu­ro­peo.
Har­tos de ser tra­ta­dos co­mo ani­ma­les “los in­mi­gran­tes” se re­be­lan una y otra vez con­tra las au­to­ri­da­des en de­man­da de ser trans­fe­ri­dos ha­cia otros cen­tros y con­tra las te­rri­bles con­di­cio­nes de vi­da que les im­po­nen. En Lam­pe­du­sa, el 10 y 11 de abril de es­te año, pro­ta­go­ni­za­ron una he­roi­ca su­ble­va­ción con­tra el go­bier­no de Ber­lus­co­ni. Al gri­to de “Li­ber­tad, Li­ber­tad” que­ma­ron el edi­fi­cio cen­tral del “cam­pa­men­to” se en­fren­ta­ron con la po­li­cía y las ban­das fas­cis­tas de la “Li­ga del Nor­te” de­jan­do en cla­ro que son car­ne y san­gre de las re­vo­lu­cio­nes del Nor­te de Áfri­ca y Me­dio Orien­te.
El 21 de se­tiem­bre, al en­trar en vi­gen­cia un acuer­do fir­ma­do por el go­bier­no de Ber­lus­co­ni y el de Tú­nez pa­ra “re­pa­triar” a cien­tos de jó­ve­nes y tra­ba­ja­do­res tu­ne­ci­nos, se en­fren­ta­ron con la po­li­cía an­ti­dis­tur­bios, que pro­vis­ta de cas­cos y es­cu­dos apo­rrea­ron sal­va­je­men­te a los in­mi­gran­tes. Una do­ce­na de he­ri­dos, tres de ellos po­li­cías, fue el sal­do de es­te en­fren­ta­mien­to.
El día an­te­rior, 20 de se­tiem­bre, nue­va­men­te al gri­to de ¡Li­ber­tad! ¡Li­ber­tad! in­cen­dia­ron el cen­tro de de­ten­ción y sa­lie­ron a las ca­lles ma­ni­fes­tán­do­se con­tra las pé­si­mas con­di­cio­nes en las que se en­cuen­tran.
¡ASI SE PELEA! ¡PRENDAMOS FUEGO Y DESTRUYAMOS TODOS LOS CAMPOS DE CONCENTRACION DEL MUNDO! ¡VIVA LA LUCHA DE LOS OBREROS INMIGRANTES TUNECINOS!
No so­lo com­ba­tie­ron con la po­li­cía, si­no que tu­vie­ron que en­fren­tar­se con­tra un sec­tor de la po­bla­ción de la is­la que in­ten­to lin­char a al­gu­nos in­mi­gran­tes. Is­le­ños que lue­go mar­cha­ron ha­cia el mu­ni­ci­pio re­pro­chán­do­le al al­cal­de te­ner ma­no blan­da con los in­mi­gran­tes.
¡Todas las organizaciones obreras deben tomar en sus manos la defensa de los trabajadores inmigrantes! ¡Ellos tienen derecho a defenderse de los grupos fascistas! Junto a la clase obrera de Inglaterra, España, Francia, Italia, Alemania pongamos en pie comités de autodefensa!
Es­tos car­ni­ce­ros im­pe­ria­lis­tas ex­pul­sa­ron sin pie­dad a mi­les a los obre­ros in­mi­gran­tes y lo pu­die­ron ha­cer por la ayu­da brin­da­da de la bu­ro­cra­cia de los sin­di­ca­tos y la aris­to­cra­cia obre­ra. Con­ven­cie­ron a to­da la cla­se obre­ra del con­ti­nen­te y de Nor­tea­mé­ri­ca que la cul­pa de la de­so­cu­pa­ción cre­cien­te en sus paí­ses la te­nia los in­mi­gran­tes, les hi­cie­ron creer que echán­do­los, los tra­ba­ja­do­res na­ti­vos con­ser­va­rían sus con­quis­tas. Así, en In­gla­te­rra las di­rec­cio­nes bu­ro­crá­ti­cas y de la aris­to­cra­cia obre­ra de las TUCs agi­ta­ban co­bar­de­men­te “tra­ba­jo in­gles, pa­ra los in­gle­ses”. En Fran­cia, Ita­lia, im­po­nían le­yes in­mi­gra­to­rias te­rri­bles, por la cual los pro­pios tra­ba­ja­do­res te­nían que de­nun­ciar a los obre­ros in­mi­gran­tes ba­jo pe­na de ser en­car­ce­la­dos por cóm­pli­ce de és­tos. En Fran­cia cuan­do se le­van­ta­ba la cla­se obre­ra con­tra los pla­nes de Sar­kozy, la bu­ro­cra­cia hi­zo un cor­dón de se­gu­ri­dad en las mar­chas pa­ra que los “ván­da­los”-los jó­ve­nes de la ci­té hi­jos de in­mi­gran­tes- no se in­fil­tren en sus fi­las. ¡Que ca­na­llas!
Ab­sor­ta la cla­se obre­ra eu­ro­pea, pre­sen­ció la ex­pul­sión de sus her­ma­nos de cla­se in­mi­gran­tes. No reac­cio­na­ron, la bu­ro­cra­cia de sus sin­di­ca­tos y de la aris­to­cra­cia obre­ra se lo im­pi­dió; pues ais­la­ron el com­ba­te por el de­re­cho de los obre­ros in­mi­gran­tes, di­vi­dien­do su lu­cha de la de los tra­ba­ja­do­res eu­ro­peos.
Los par­ti­dos de iz­quier­da que ha­blan en nom­bre de la cla­se obre­ra y los que se rei­vin­di­can “trots­kis­tas” man­tu­vie­ron un si­len­cio ab­so­lu­to an­te la per­se­cu­ción y de­por­ta­ción de mi­les de obre­ros in­mi­gran­tes. Así pres­ta­ron una ines­ti­ma­ble co­la­bo­ra­ción a es­tos go­bier­nos car­ni­ce­ros. Mien­tras que és­tos, ni bien ter­mi­na­ban de de­por­tar­los a sus paí­ses de orí­ge­nes, de in­me­dia­to le des­car­ga­ron a su pro­pia cla­se obre­ra un fe­roz ata­que.
Los tra­ba­ja­do­res grie­gos de pa­ro, los do­cen­tes es­pa­ño­les en de­fen­sa de la edu­ca­ción y el tra­ba­jo, los obre­ros ita­lia­nos que vie­nen de pro­ta­go­ni­zar una huel­ga ge­ne­ral, de­ben le­van­tar co­mo ban­de­ra la pe­lea por las de­man­das y rei­vin­di­ca­cio­nes de los tra­ba­ja­do­res in­mi­gran­tes. Ellos son sus ver­da­de­ros alia­dos. Los obre­ros in­mi­gran­tes tu­ne­ci­nos, ma­rro­quíes, li­bios y del es­te, son par­te de la cla­se obre­ra eu­ro­pea, son el sec­tor mas ex­plo­ta­dos de ella y son la avan­za­da en Eu­ro­pa de la re­vo­lu­ción en cur­so en Li­bia, Tú­nez, Egip­to, Si­ria, Ye­men, Bah­réin! Por la uni­dad in­ter­na­cio­na­lis­ta de la cla­se obre­ra pa­ra que la re­vo­lu­ción del Nor­te de Áfri­ca y Me­dio Orien­te triun­fe y pe­ne­tre en la Eu­ro­pa im­pe­ria­lis­ta.
Por ello la cla­se obre­ra eu­ro­pea y es­ta­dou­ni­den­se de­be ha­cer su­yo el com­ba­te de los obre­ros in­mi­gran­tes. ¡Tie­nen que uni­fi­car las fi­las de to­dos los ex­plo­ta­dos! De­ben pe­lear por ¡igual tra­ba­jo, igual sa­la­rio de la cla­se obre­ra na­ti­va e in­mi­gran­te en Eu­ro­pa, el Ma­greb y los paí­ses del Es­te! ¡Es­ca­la mó­vil de sa­la­rio y ho­ras de tra­ba­jo! ¡To­das las ma­nos li­bres a pro­du­cir! Es­to se­rá po­si­ble con la ex­pro­pia­ción sin pa­go y ba­jo con­trol obre­ro de las em­pre­sas im­pe­ria­lis­tas!
¡Una sola clase, una sola lucha!
¡Abajo la V republica de Sarkozy! ¡Abajo las monarquías de los borbones y de los piratas ingleses!
¡Abajo Zapatero, Berlusconi, Cameron, Merkel, Papandreu y demás lacras imperialistas! ¡Abajo Maastricht y la reaccionaria Unidad Europea!
¡Abajo la burocracia de los sindicatos europeos, cómplices de los carniceros imperialistas!
¡Viva la lucha de los trabajadores inmigrantes de Lampedusa!
¡Libertad a los inmigrantes presos en las cárceles de Obama!
¡Una misma clase, una misma revolución en el norte de África, Medio Oriente y toda Europa!
¡Para que la clase obrera pueda vivir, el imperialismo tiene que morir!