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Siderar, San Nicolás

Al borde de una nueva masacre contra los trabajadores

¡Hay que terminar con las condiciones de inseguridad y explotación que nos impone la patronal negrera de Techint-Siderar, con la complicidad de la burocracia sindical de la UOM de Caló-Brunelli!

El jueves 24/5 colapsó y se derrumbó la cinta 31 en el área de coquería, una estructura de 150 mts de largo y aprox. 400 toneladas de peso, que abastece de carbón a las baterías 3, 4 y 5. Se desplomó desde una altura de 30 mts. Sólo el azar explica que no haya ocurrido una tragedia con obreros muertos. Fue tan estruendosa la caída de esta cinta que los compañeros que se encontraban en el lugar, lo único que atinaron a hacer fue correr y a esconderse en cualquier lugar, llegando al extremo de treparse desde un JLG extendido hasta el techo de una de las baterías para escapar. Muchos de los compañeros, en su mayoría contratados, que hacen los peores trabajos en la planta, indignados por el hecho decían: "no morimos reventados como sapos de casualidad, porque tuvimos suerte".
El lunes 28/5 en la zona de Altos Hornos ocurrió un hecho similar, se vino abajo un caño de 1,60 de diámetro que alimenta a la planta Termoeléctrica con gas de alto horno.
Estos hechos recientes dejan al desnudo en qué condiciones trabajamos: la mayoría de los sectores de la planta, desde el punto de vista estructural, tienen más de 60 años y están en un estado de ruina generalizada, por más que cada tanto les den una “lavadita de cara” pintándolas. No hace mucho se vino abajo una tolva de una de las grúas del puerto, y son innumerables la cantidad de hechos de este tipo en distintos sectores y que son ocultados por la patronal y su jefatura, con la complicidad de los delegados alcahuetes de la UOM.
La patronal esclavista y chupasangre de los Rocca de Techint, junto a los burócratas de la comisión interna de la UOM, ahora se dedican a buscar “culpables” entre los mandos medios GMP (inspectores de máquinas y equipos) o a algún “perejil”. La burocracia sindical de la UOM conociendo perfectamente las condiciones deplorables en las que se encuentra la infraestructura, unos meses antes mandó a sus delegados a pegar notas en los lugares de trabajo denunciando que esto podía pasar ¡¿y por qué no movieron ni un dedo antes?! ¡Con “notas a los jefes” no se paran los accidentes ni las muertes obreras! ¡Son unos sinvergüenzas! ¡Los verdaderos responsables son todos ellos! ¡La patronal, con la complicidad de la burocracia de la UOM, tiene manchadas las manos con sangre obrera!
Nadie puede olvidar la muerte de Leandro Marasco en el 2009, que fue obligado a trabajar cuando no estaba en condiciones de salud y fue aplastado por una grúa en Acería, para luego terminar muriendo en esa carnicería y foco infeccioso en que han transformado a la clínica de la UOM, donde mandan a morir a los obreros y sus familias.
Se derrumbó la farsa “lo primero es la seguridad” de la patronal de Techint-Siderar, con medidas como la “hora segura” donde todos los días salen los jefes a recorrer los sectores para “detectar y corregir comportamientos inseguros” de parte de los obreros ¡Mil veces cínicos e hipócritas! Salen a hacer una verdadera cacería contra los trabajadores para garantizar la explotación obrera. ¡La “seguridad primero” las pelotas! ¡Ya no se puede seguir trabajando en estas condiciones!
La patronal dice que parte de las inversiones que se hicieron son para garantizar la seguridad en la planta. ¡Mentira! Las únicas inversiones que hacen los capitalistas son para arrancarles una mayor tajada de plusvalía a los obreros. Digamos la verdad: lo primero y lo único que mueve a los Rocca y a la burocracia sindical empresaria de la UOM de Calo-Brunelli (que se enriquece como socia en las empresas contratistas, donde están los obreros más explotados de la planta) es la sed incesante de ganancias. Los Rocca, esos agentes del Vaticano y del capital financiero italiano, lo único que hicieron en estos años fue amasar fabulosas ganancias a costa de una terrible explotación obrera y del desgaste generalizado de la maquinaria y estructura de la vieja SOMISA. Siderar se llevó cerca de u$s7000 millones en los últimos 10 años, y sólo invirtió una pequeña parte para aumentar la productividad y eliminar puestos de trabajo. Este nuevo accidente desnuda una vez más las condiciones en las que se sostiene el ciclo de “crecimiento” y la enorme fortuna que vinieron amasando durante todos estos años los patrones amigos de los Kirchner.
¡Tenemos que impedir que suceda otra masacre obrera! ¡Con la vida de los obreros no se jode!

Obreros del cordón
 del acero

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