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24-05-2019

Un debate necesario apropósito de la declaración de la LIT-CI/NPA ante las elecciones al parlamento europeo:

La posición del marxismo revolucionario
ante el Maastricht imperialista

El día 10 de mayo ha salido una declaración firmada por grupos de la LIT-CI de Europa y sectores del NPA ante las próximas elecciones al parlamento europeo que se llevarán a cabo el próximo 26 de mayo. A su vez, el grupo de la LIT-CI del Estado Español: Corriente Roja, ha hecho pública su candidatura al europarlamento.
Desde Democracia Obrera del Estado Español opinamos que el Parlamento Europeo y Maastricht son una cueva de bandidos donde los partidos socialimperialistas (socialdemócratas y estalinistas devenidos en burgueses) se alinean en puestos decorativos – en una institución muy similar a la ONU, o a la antigua Sociedad de las Naciones – para garantizar comer de las migajas – como lo hace la aristocracia obrera – de la superexplotación y la sangre del mundo semicolonial y de la clase obrera de aquellos estados en los que el capitalismo fue restaurado.
Allí se centralizan, desde los gobiernos de las potencias imperialistas europeas como en Alemania, Inglaterra, Francia, Italia o el Estado Español, los ataques más feroces contra la clase obrera europea y de forma decisiva dirigen y centralizan las guerras de rapiña y las masacres en el mundo colonial y semicolonial, como hemos visto a la V República francesa en Oriente Medio enviando sus tropas a Siria o masacrando en Mali, a la monarquía española vendiendo armas a Arabia Saudí, etc.

Maastricht es un parlamento donde van los delegados de las distintas potencias imperialistas a discutir cómo se reparten los negocios del saqueo de los pueblos que oprimen, lo que significa que el parlamento europeo es una junta de los delegados de las transnacionales que se sientan a discutir cómo se reparten el botín entre ellos y le disputan las zonas de influencia a las demás pandillas imperialistas. El parlamento europeo no es más que una junta de las pandillas imperialistas europeas.
Es una de las tantas instituciones de dominio de la política y la economía mundial que pone en pie el imperialismo. A la salida de la II Guerra Mundial, que es una de las instituciones de dominio por excelencia, el imperialismo puso en pie la ONU por un lado y por otro firmó un Pacto de Coexistencia pacífica con Stalin para que la revolución no estallara en toda Europa. Maastricht no es más que eso, una de las tantas instituciones de dominio que pone el imperialismo en pie para controlar el mundo, como en América Latina lo es el UNASUR, el MERCOSUR, el tratado del TLC, etc.

A nuestro parecer los revolucionarios no debemos presentarnos a las elecciones a diputados del Maastricht imperialista, esa organización ficticia que lo que persigue es hacer un acuerdo comercial entre los distintos imperialismos para competir con EEUU mientras expolian las riquezas y superexplotan a los trabajadores de las colonias y semicolonias y de sus propios países. Son elecciones para un parlamento fantoche de una verdadera nueva "Sociedad de las Naciones" de las potencias imperialistas europeas.
Pero vamos a dejar este punto a un lado por un momento, aunque para nosotros es fundamental, para detenernos en el análisis y el programa que hacen ellos de la situación en Europa y el programa que levantan para enfrentar dicha situación.

 

“Romper con la Unión Europea” o revolución de los consejos obreros
para aplastar a los estados imperialistas de Maastricht
¡Por los estados unidos socialistas de Europa!

En la declaración de la LIT-CI/NPA plantean como primer punto: “¡Hay que romper con la UE y el euro para lograr un cambio social y levantar una Europa de los trabajadores!”.
¿Cómo sería para ellos romper con una institución supra estatal? Porque, como hemos dicho anteriormente, Maastricht es tan sólo una junta de delegados de las distintas transnacionales europeas para repartirse el botín. Entonces no se puede decir “voy a romper con el parlamento europeo”, no se trata de hacer un “brexit obrero”. Porque de lo que se trata, es de destruir el Maastricht imperialista y poner en pie los consejos obreros y de soldados para aplastar a los estados imperialistas que hoy están en esa cueva de bandidos que es el Europarlamento. Se trata de que la clase obrera tome el poder en Alemania y avance a la dictadura del proletariado.
El programa de los trotskistas es el de la revolución socialista internacional, el de la lucha por la dictadura del proletariado y los consejos obreros para retomar la tradición de los consejos obreros de la revolución alemana, de la revolución portuguesa, de la guerra civil española. ¡Que vuelva la dictadura del proletariado en la URSS bajo formas revolucionarias! ¡Que vuelvan los ejércitos rojos! ¡Que se vuelva a poner en pie la Grecia revolucionaria con sus huelgas generales para aplastar a la Troika!

Maastricht no es más que una asociación ilícita donde los estados imperialistas defienden los negocios de SU capital financiero y SUS transnacionales en las distintas zonas de influencia y ramas de producción que esos estados imperialistas controlan. Plantear en general, como lo hace Corriente Roja, que “hay que romper con la UE”, sin plantear que para eso hay que unir a la clase obrera para tirar abajo a la Monarquía de los Borbones y su gobierno sirviente en el Estado Español, que hay que derrotar hasta sus cimientos a la V República de Francia saqueadora y asesina de los pueblos oprimidos, etc, es decirle a la clase obrera que hay una vía pacífica para destruir la Unión Europea y poner en pie los Estados Unidos Socialistas de Europa.
Hay que hablarle con claridad a la clase obrera europea y decirle que el único camino para marchar a los Estados Unidos Socialistas de Europa, es retomar esa tradición histórica y poner en pie los consejos obreros, los comités de soldados, derrotando a los partidos socialimperialistas que los traicionaron, que los estrangularon, que los reprimieron como en el Este.
Esto no se puede ni pensar sin plantear que el único camino para lograrlo es el armamento del proletariado, la destrucción de las bases de la OTAN, el desarme de la burguesía, y la derrota militar de sus tropas invasoras en todo el mundo.

En su declaración la LIT-CI plantea “…Gobiernos de los Trabajadores surgidos de nuevas instituciones, apoyados en una red de asambleas y comités populares levantados en los lugares de trabajo y de vida del pueblo, basados en delegados revocables en todo momento.” se puede llevar delante de forma pacífica. O sea que el gobierno de Francia que masacra en Mali, que bombardea en Siria, que se ha realizado el autoatentado de Charlie Ebdo, etc. dejaría a los trabajadores que tomen el poder sin represión y sin tirar un solo tiro. Pero volvamos a la realidad, a la que viven los chalecos amarillos que desde hace meses cada vez que salen a pelear los reprimen, encarcelan, pierden ojos por las bombas lacrimógenas, etc.
Parecería que los del NPA que firman esa declaración no viven en Francia.
Sigamos viendo lo que ellos dicen, por ejemplo, en Grecia: “La salvaje actuación de la UE en Grecia nos muestra que la ruptura revolucionaria de un país con la UE se va a enfrentar, con toda seguridad, desde el inicio al más brutal sabotaje. Por eso, será necesario adoptar medidas básicas de autodefensa, como el cierre de los mercados financieros, la conversión de los activos y pasivos financieros en una nueva moneda no convertible o el monopolio estatal del comercio exterior.”
Primero no vemos que Grecia haya roto de forma revolucionaria con la UE, creemos que en este punto seguramente ha habido un problema de traducción o de gramática, porque Grecia y su gobierno Tsipras siguen siendo parte de la cueva de bandidos, aunque menores, de la UE, como lo demostramos en el recuadro.
Pero lo que nos parece también grave es que las “medidas básicas de autodefensa” para la LIT al signifiquen ¡medidas económicas! Como si para combatir contra los distintos imperialismos europeos que tiene bases militares de la OTAN en toda Europa, ejércitos imperialistas y fuerzas de seguridad se pudiera hacerlo con “el cierre de los mercados financieros”.
Esta gente habla de una Europa ideal que no existe, por lo menos no en este mundo. Veamos otro ejemplo. En el Estado Español la lucha de los trabajadores y el pueblo catalán que votó su independencia el pasado 1º recibió la más feroz represión de las fuerzas de la Monarquía y sus gobiernos. Más de 15.000 policías y guardias civiles enviaron a Catalunya para frenar la decisión que ya había tomado el pueblo catalán de independizarse del Estado Español.
Esta lucha ponía en jaque a la corona de los Borbones por eso recibió la unidad de todos los partidos patronales para aplicar el Artículo 155 de la Constitución que fue un golpe de estado contra Catalunya y su derecho a la independencia, que significó incluso en encarcelamiento y el exilio de un sector de la burguesía catalana.
Pongámonos a pensar qué pasaría si, como dice la LIT-CI, se imponen gobiernos de trabajadores que rompen con la UE, no se puede ni siquiera pensar porque es imposible que la burguesía imperialista entregue su poder pacíficamente.

La declaración de la LIT-CI/NPA/Corriente Roja es una verdadera posición pacifista que liquida todo el contenido revolucionario de la consigna de "Estados Unidos Socialistas de Europa", porque para ellos se puede destruir Maastricht sin poner en pie la revolución de los consejos obreros y de soldados para derrotar a los estados imperialistas.

Estamos frente a una declaración que no le dice a la clase obrera de las potencias imperialistas europeas que el único camino para terminar con las guerras de coloniaje es el desarme de su propia burguesía y el armamento del proletariado, única forma en que se podrá avanzar a los Estados Unidos Socialistas de Europa. ¡El enemigo está en casa!
Este combate comienza hoy por llamar a poner en pie, en cada lucha, los comités de fábrica, los piquetes de huelga, los embriones de los consejos obreros y de las milicias obreras. Hay que contraponer un congreso de organizaciones obreras para organizar ya una huelga general europea contra el ataque a las conquistas de los trabajadores y la flexibilización laboral, para derrotar la ofensiva de los gobiernos de Maastricht y sus estados.
Un Congreso para derrotar a la burocracia estalinista sobre la que se sostienen los sindicatos al servicio del poder y que han traicionado una a una las luchas de la clase obrera europea. Esos mismos estalinistas que defienden a los masacradores del pueblo sirio como lo son los genocidas Bashar al-Assad y Putin al que incluso pintan de “progresista” y “antimperialista”. El mismo Putin, quien junto a los yanquis y el gobierno alemán de Merkel organizaron el pacto de Minsk con el cual partieron Ucrania.

La lucha por los Estados Unidos Socialistas de Europa es la única solución a la catástrofe capitalista. Para ello la clase obrera deberá sacarse de encima a la lacra social-imperialista y a los administradores de los negocios de los patrones esclavistas.
¡Abajo la utópica y reaccionaria “unidad europea” de los tratados de Maastricht! ¡Abajo todos los tratados de libre comercio de las potencias imperialistas europeas con los que se disputan con el imperialismo yanqui y el japonés, el sudor y la sangre de millones de esclavos coloniales!
¡Por el triunfo de la revolución socialista que instaure la dictadura del proletariado en Francia, Alemania, Inglaterra, Italia y demás potencias imperialistas, y que la restaure bajo formas revolucionarios en los ex estados obreros del Este, de la ex URSS y en Rusia, para conquistar los ESTADOS UNIDOS  SOCIALISTAS DE EUROPA desde las Islas Británicas hasta la Siberia Oriental, único camino para terminar con la explotación, las guerras, las masacres, los genocidios y la opresión nacional en el viejo continente!

 

Una declaración sobre “Europa” que no lucha por las demandas del sector más explotado de la clase obrera europea: los migrantes y refugiados y los trabajadores de las maquilas del Este

A pesar de denunciar de forma correcta la xenofobia, la islamofobia y el racismo contra la inmigración y de plantear que hay que acabar con ello y asegurar la libertad de circulación e instalación para los trabajadores migrantes, no plantea una sola demanda para ello que no sea acabar con la Ley de Extranjería del Estado Español. Pero aquí queremos hacer especial hincapié en que son parte de la Red Sindical Internacional de Solidaridad y Lucha que agrupa a más de 70 sindicatos en todo el mundo y una gran parte en el Europa. No plantean ni siquiera la lucha por a igual trabajo, iguales condiciones de trabajo y de salario para toda la clase obrera: los migrantes, refugiados, trabajadores del Este Europeo, etc. Esta lucha es inseparable del combate de la clase obrera de los países coloniales y semicoloniales.
Es que los migrantes son parte de la clase obrera europea, son la fuerza de trabajo expulsada de la producción por la bancarrota imperialista y sus guerras contrarrevolucionarias. Hoy en el mundo más de 250 millones de trabajadores migrantes buscan un lugar en el planeta para comer y trabajar, pero no lo encuentran.
En Europa vemos cómo centenares de miles de migrantes pugnan por entrar cruzando el Mar Mediterráneo o intentando saltar las vallas de Ceuta y Melilla o de irrumpir por las fronteras en Macedonia, etc. Ellos huyen de las guerras y el saqueo que los países imperialistas de Maastricht llevan adelante en todo África, el Magreb y Oriente Medio. Estos migrantes que golpean las puertas de Europa son los verdaderos dueños de las riquezas robadas y saqueadas por las transnacionales imperialistas. Convertidos en los nuevos esclavos del siglo XXI, las pandillas imperialistas utilizan su fuerza de trabajo para realizar los peores trabajos y para eso, los dejan ingresar o no en Europa dependiendo de lo que necesiten sus empresas imperialistas para la producción o también para hundir el valor de la fuerza de trabajo de la clase obrera europea.
Esperemos, igualmente, que la LIT-CI/Corriente Roja, encabecen la lucha en la Red Sindical Internacional de Solidaridad y Lucha por conquistar “a igual trabajo, igual salario” para todos los obreros, con reducción de la jornada laboral y un salario digno para todos los trabajadores ya sean migrantes, refugiados o estén súperexplotados en las maquilas del Este Europeo y por un Congreso paneuropeo para enfrentar la flexibilización y el ataque a nuestras conquistas que están lanzando los distintos gobiernos imperialistas de Europa.

 

Unificar la lucha de los trabajadores de los países imperialistas con las de la clase obrera de las colonias o semicolonias expoliadas por los imperialismos europeos

El Movimiento Corriente Roja, que es parte del sindicato CoBas, presenta su candidatura y su programa sin decir una sola palabra de los trabajadores superexplotados en Bangladesh por las empresas imperialistas como Zara o Primarck, ni menciona siquiera a los trabajadores que en América Latina ven que sus riquezas son saqueadas por Repsol o con las deudas a los que someten a esos países los bancos como el BBVA o el Santander.
Pero si vemos la declaración de los grupos de la LIT-CI/NPA tampoco veremos ni una sola palabra de denuncia del imperialismo alemán que expolia el petróleo ruso y superexplota a los trabajadores del Este en verdaderas maquilas, o a Reino Unido que con la Anglo American en conjunto con los gobiernos africanos saquean las riquezas de esos países y asesina a los trabajadores que osan levantarse para pedir mejores condiciones laborales como lo hicieron en Marikana.

La clase obrera europea, producto de la traición de sus direcciones sindicales y los partidos reformistas, no ha podido unir su lucha con clase obrera de las colonias y semicolonias, y esto ha resultado en que a el movimiento obrero europeo cada vez le va peor, como hemos visto en Francia con la Ley Khomri, en Italia con la supresión de las conquistas etc. Es que a la clase obrera de las potencias europeas les irá cada vez peor si sus propias burguesías imperialistas imponen sus planes de coloniaje, saqueo y rapiña en los países coloniales y semicoloniales y en los antiguos estados obreros entregados a la restauración capitalista.

Así planteaba la cuestión la III Internacional en su II Congreso:

2. Las colonias constituyen una de las principales fuentes de las fuerzas del capitalismo europeo. Sin la posesión de grandes mercados y de extensos territorios de explotación en las colonias, las potencias capitalistas de Europa no podrían mantenerse durante mucho tiempo. Inglaterra, fortaleza del imperialismo, padece de sobreproducción desde hace más de un siglo. Inglaterra ha conseguido mantener, pese a sus cargas, su régimen capitalista sólo conquistando territorios coloniales, mercados suplementarios para la venta de los productos de la superproducción y fuentes de materias primas para su creciente industria. Mediante la esclavitud de centenares de millones de habitantes de Asia y África es como el imperialismo inglés ha logrado mantener hasta ahora al proletariado británico bajo la dominación burguesa.
3. La plusvalía obtenida por la explotación de las colonias es uno de los apoyos del capitalismo moderno. Mientras esta fuente de beneficios no sea suprimida, será difícil para la clase obrera vencer al capitalismo. Gracias a la posibilidad de explotar intensamente la mano de obra y las fuentes naturales de materias primas de las colonias, las naciones capitalistas de Europa han tratado, no sin éxito, de evitar por todos esos medios, su inminente bancarrota. (negritas nuestras)

La declaración que no le dice al obrero alemán, francés, inglés, italiano y de los demás países imperialistas de Europa, que su futuro está en los derechos y los intereses de la amplia mayoría de la clase obrera europea y de sus sectores más explotados, se adapta escandalosamente a la aristocracia obrera.
Solamente esta política antiimperialista y revolucionaria del proletariado de los países imperialistas hacia sus hermanos de clase de las colonias, las semicolonias y los estados donde el capitalismo ha sido restaurado, es la que puede garantizar que éstos no sean subordinados a direcciones nacionalistas burguesas y pequeñoburguesas que llevan su lucha revolucionaria a callejones sin salidas y a derrotas. La lucha por la independencia de clase de los obreros de las colonias y semicolonias está así en manos de la acción revolucionaria y antiimperialista del proletariado de los países imperialistas.
Como vemos, la declaración de la LIT-CI/NPA/Corriente Roja no dice nada de cómo el imperialismo europeo se sobrevive con las superganancias que obtiene del saqueo de las riquezas del mundo colonial y semicolonial y con la superexplotación de la mano de obra esclava de esos países, por lo tanto, tampoco plantea un programa para esto, que no puede ser otro que el de destruir la Unión Europea y sus gobiernos.

 

Nuevamente la Nueva Izquierda europea, junto a los renegados del trotskismo
intentan subordinar a la clase obrera a sus propias burguesías imperialistas…

El social-chovinismo no es otra cosa que atar la suerte de la clase obrera de las potencias imperialistas a las aventuras contrarrevolucionarias de éstas en el planeta, mientras que en el mudo semicolonial someten al proletariado a las burguesías nativas que siempre terminan pactando con el imperialismo contra las masas.
Este social-chovinismo lo desarrollan tanto las corrientes social-imperialistas “de izquierda”, como también la aristocracia obrera con sus posiciones “de derecha” y “reaccionarias” y también se pliegan los renegados del trotskismo que no llaman a la clase obrera a destruir la Unión Europea y sus gobiernos de piratas imperialistas.
La “Nueva izquierda” que defiende a las distintas pandillas imperialistas la hemos visto jugar todo su rol en el Estado Español con Podemos y Pablo Iglesias como ministro sin cartera del gobierno del PSOE y la monarquía.
La vemos también en Grecia con el gobierno de Syriza administrando los negocios de la Troika.
Por otro lado, los anticapitalistas del NPA en Francia recrean un frente con el ex estalinista Melenchón ante la posibilidad de que se abra una crisis en el gobierno de Macron, en momentos en que el Partido Socialista está atravesando por una grave crisis. Están buscando poner allí un nuevo Podemos, sosteniendo así al régimen de la V República. Y por si faltara algún ejemplo, vemos que ante la crisis de Inglaterra con el “Brexit”, el Partido Laborista se ofrece con Corbyn y los “anticapitalistas” del SWP para lograr una marea de apoyo a los negocios de la corona en el mundo.
Social-chovinismo “de derecha” o “de izquierda”, no es más que una política defensista de los intereses de las pandillas imperialistas apoyada por las burocracias y aristocracias obreras de los países centrales.

 

Democracia Obrera - Estado Español

Grecia: ¿País imperialista o semicolonia?


Tanto en la declaración general de la LIT-CI/NPA como en la de Corriente Roja plantean que Grecia “ha quedado convertida en un país semicolonial”, según sus militantes del Estado Español es directamente una semicolonia alemana.
Hace años que corrientes de izquierda quieren hacer pasar a Grecia como una colonia o semicolonia expoliada, lo que pondría a su burguesía como “nacional” oprimida por los imperialismos francés y alemán principalmente. Esto ha sido utilizado por los más reformistas y socialdemócratas para apoyar a Syriza “contra el imperialismo” de la Troika. ¡Esto fue una estafa antes y mucho más lo es ahora!
Grecia no es una colonia ni una semicolonia. Sus pandillas imperialistas son socias menores del dominio imperialista del mundo. Grecia es uno de los eslabones más débiles y en bancarrota del dominio imperialista de Europa. Pero no por eso la burguesía griega deja de ser parte de las pandillas imperialistas, que, aunque sea pequeña y menor, se reparten el mercado mundial y sus grandes o pequeñísimas zonas de influencia, a donde van asociadas entre sí.
Hablamos de Syriza y la burguesía imperialista griega que es una de las accionistas más importantes del HSBC, de los que tenían puestos sus activos como socios de la Banca Morgan y la Goldman Sachs en Wall Street. Grecia es una nación imperialista en bancarrota, pero tiene el segundo presupuesto militar de Europa, aún mayor que el de Alemania, puesto que se disputa con Turquía el sur del Mediterráneo, las rutas del Mar Negro y los Balcanes. Hablamos de las transnacionales de los armadores más grandes del mundo.
Lo que hemos visto con Grecia es el funcionamiento normal del imperialismo: una potencia imperialista mayor y una menor, mientras acuerdan en que la crisis económica la paguen las masas y no ellos, discuten qué parte de la porción se lleva cada una, la mayor pisa a la menor, le gana, le impone sus condiciones y se queda con la mayoría de las ganancias. Así funciona el capitalismo en su fase imperialista.
Es por eso que, en el Parlamento de los banqueros griegos y las pandillas imperialistas de Maastricht, se viene votando año tras año la confiscación masiva de las conquistas y de los bienes de los trabajadores y el pueblo. Está más que demostrado que los banqueros griegos y sus transnacionales imperialistas son socios menores de Alemania, el Banco Europeo y del FMI, y enemigos de los trabajadores.

Uno de los peligros más grandes de esta posición que dice que Grecia es semicolonia, es que la clase obrera griega no vea que tiene que luchar contra su propia burguesía imperialista sino sólo contra la Troika, que estaría explotando a Grecia. Porque lo que éstas corrientes se niegan a plantear en Grecia es una de las luchas fundamentales de la clase obrera de los países imperialistas: ¡El enemigo está en casa! Como lo es también para la clase obrera alemana, francesa, inglesa, española, italiana, etc. Esta es la única posibilidad de conquistar la unidad de la clase obrera europea para enfrentar Maastricht.
De eso se trata el nacionalismo de las potencias imperialistas: de quebrar la unidad de la clase obrera y desarrollar el peor de los chovinismos en su movimiento obrero.
Veremos a lo largo de ambos artículos de la LIT-CI que lo que subyace atrás de cada letra es un socialchovinismo ensordecedor que intenta silenciar los gritos de los millones de refugiados que malviven en verdaderos campos de concentración en la Grecia de Syriza, de aquellos que realizan los peores trabajos y peores pagos, es decir, de aquellos que componen la mayoría y el sector más explotado de la clase obrera europea.

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