Este 19 de abril, una vez más los trabajadores y la juventud combativa han ganado las calles de Francia en una jornada de huelgas, movilizaciones, piquetes y asambleas.
Diversos sectores se movilizaron contra los ataques del gobierno de Macron contra las conquistas obreras, contra la Ley el Khomri (de flexibilización laboral), la ley de ingreso a la universidad, y el ataque a los inmigrantes y refugiados.
Los cheminôts (ferroviarios), los trabajadores de la energía, de la educación y salud, así como jubilados, los trabajadores de empresas privadas como de Air France y Carrefour, los estudiantes combativos y la juventud obrera han salido a las calles de toda Francia en más de 130 movilizaciones por todo el país. Los estudiantes siguen tomando 15 universidades, a pesar de las amenazas y de los ataques de la policía de Macron, que en el mismo día 19 aprovechó la situación de movilización y huelgas para desalojar la toma de la universidad Tolbiac en París. Aun así, los estudiantes combativos han declarado que van a volver a movilizarse para recuperar la toma y el combate.
Decenas de miles de trabajadores han adherido a la huelga llamada por la CGT, Solidaires y otros sindicatos. Cerca de 50.000 obreros han se movilizado, desde diversos sectores incluso algunos en vacaciones, y no han bajado los brazos. Han ganado las calles de París, Marsella, Toulouse, Lille y de toda Francia para enfrentar los planes del imperialismo francés y del gobierno de Macron, que necesitan derrotar a la clase obrera francesa e imponerle las condiciones de los trabajadores de las colonias y semicolonias.
Pero a cada paso que el gobierno intenta profundizar y asentar el ataque se enfrenta a enormes respuestas de combate de la clase obrera y los explotados de Francia.
Los trabajadores presentan grandes batallas a la altura del ataque… es hora de organizar y conquistar una HUELGA GENERAL REVOLUCIONARIA que acabe con el gobierno de Macron y la V República imperialista y abra resueltamente el camino de un nuevo “Mayo Francés”.
¡Viva la lucha de la clase obrera y los explotados franceses!
¡Por un 1º de Mayo internacionalista y de combate!
¡La chispa de París debe encender toda Europa! ¡Abajo el Maastricht imperialista!
La clase obrera y la juventud combativa ya han mostrado en todas las oportunidades que tienen predisposición y fuerzas para pelear. Este 1º de Mayo debe ser un día de lucha internacionalista de la clase obrera francesa, que se ha formado en la tradición de combate de las barricadas de la Comuna de París, de la Francia de las tomas de fábrica de 1936…
Este 1° de Mayo debe comenzar el infierno para los explotadores y carniceros imperialistas de la V República y su gobierno de Macron. Debe comenzar un nuevo “Mayo Francés”, como el de 1968, que haga temblar desde sus cimientos a toda la Europa imperialista. Debe volver la Francia de los de abajo, la de los trabajadores, la que sostuvo y apoyó los heroicos combates de Argelia y las colonias francesas que golpearon al plexo del imperialismo francés a la salida de la segunda guerra mundial.
Debe ser un 1° de Mayo de combate, que golpee la mesa y llame a derrotar al imperialismo francés y a todas las potencias imperialistas que saquean e invaden en todo el mundo semicolonial, como así también al gobierno de Macrón que sostiene a las dictaduras contrarrevolucionarias del Magreb y Medio Oriente. Un 1° de Mayo que le presente batalla a la Francia hipócrita, que dice estar en contra de Al Assad y Putin, cuando a ambos los premió con la medalla de la “Legión de Honor”.
¡Hay que derrotar al frente de los “aliados”!
- Ellos son los que han sostenido durante 7 años la masacre de Putin y Al Assad al pueblo sirio
- Ellos ya invadieron Siria en Raqa y Deir ez Zor, en Azzaz y Afrin, y con sus bases militares se quedaron con el petróleo y los oleoductos de esa nación
- Ellos esperan que el perro Bashar y Rusia terminen su trabajo sucio para quedarse con todos los negocios de la Siria martirizada
- Ellos son los jefes del sionismo que ocupa la nación palestina
¡Ellos son los terroristas! ¡Ellos, con sus sicarios, son el verdadero “eje del mal”!
Inglaterra, Francia y EEUU, sostenidos en sus aventuras militares por la Alemania y el Japón imperialistas, son los representantes del 1% de parásitos que esclavizan a los trabajadores y amenazan con llevar la civilización a la barbarie.
Una tarea imprescindible para los obreros franceses es derrotar –junto a los trabajadores europeos y a nivel internacional- al frente imperialista de Macron, Trump y May. Ese es el “frente antiterrorista”, que organizó los autoatentados en París “a manos del ISIS”, que fueron –como ayer con Bush y sus Torres Gemelas- la cortina de humo para que la gran patronal ataque a la clase obrera francesa ayer arrancándole las 36 horas de trabajo semanales y hoy con la flexibilización laboral. Este “frente de los aliados” sostiene al estado sionista-fascista de Israel que ha ocupado la nación palestina. Es el que desde hace 7 años sostiene el sable de Al Assad y las bombas de Putin, que han masacrado a los trabajadores y el pueblo sirio haciéndoles el trabajo sucio a todas las potencias imperialistas.
¡Hay que luchar por expulsar de Siria a todas las tropas invasoras! Esa debe ser la primera demanda de los trabajadores franceses, europeos, de EEUU y del mundo entero.
En Siria se quiere escarmentar a todos los obreros del mundo que se subleven para defender sus derechos y sus demandas.
El imperialismo francés, su legión extranjera y la OTAN, son el verdadero frente de terroristas y el auténtico “eje del mal” contra todos los pueblos oprimidos del mundo.
El grito de “¡Fuera yanquis, ingleses y franceses que comparten el saqueo y el genocidio contra el pueblo sirio!” debe ser el grito de guerra hoy en las calles de París, como ayer lo fuera “Yankees Go Home” y “Fuera yanquis de Vietnam”.
El de los “aliados” es el “eje del mal” que fabrica las armas químicas y nucleares. Es el que arma hasta los dientes a los gobiernos y regímenes que masacran y hambrean a sus pueblos. Hoy en Siria, tal cual piratas y bandidos, ya se han instalado con sus bases militares, desde las cuales se han adueñado –junto a Turquía- de todos los pozos de petróleo, oleoductos y refinerías de esa nación.
Este “eje del mal” de los “aliados”, atacando con previo aviso a Damasco, le anunció a Al Assad y Putin que se quedarán ellos con los negocios de la reconstrucción de Siria… como lo es armar hasta los dientes a Arabia Saudita para que masacre en Yemen.
¡El enemigo está en casa! En comprender esto le va la vida a la clase obrera francesa y de los países imperialistas. Basta mirar el saqueo de los pueblos oprimidos, las masacres que en ellos imponen los carniceros imperialistas, para comprender que harán eso y mucho más al interior de sus países y con su clase obrera para mantener sus ganancias y parasitar a costa del trabajo ajeno. Si el imperialismo derrota y aplasta militarmente a los pueblos que explota y saquea, estará mil veces más fuerte para derrotar a los trabajadores de Francia, de Europa y de EEUU.
¡El enemigo de la clase obrera europea y mundial son los asesinos Al Assad y Putin que masacran al pueblo sirio!
La clase obrera europea y francesa, ¡de pie junto a la nación palestina, al pueblo egipcio que combate contra la dictadura feroz de Al Sisi, al pueblo yemení masacrado por el clan saudí y a todos los pueblos oprimidos de Medio Oriente masacrados por el imperialismo y sus lacayos!
¡Los piratas imperialistas son los terroristas!
¡Fuera los piratas de la V República imperialista de Libia, Malí, Chad y toda el África Negra!
¡Hay que derrotar al gobierno imperialista de Macron! Nuestros aliados son los trabajadores y los pueblos oprimidos del mundo, mil veces saqueados por las pandillas imperialistas.
Los dirigentes sindicales y políticos de la clase obrera, los Melenchon y los Martinez, están colgados a los faldones del frente de los “aliados”. Ellos son los representantes de las aristocracias y burocracias obreras, enemigos de los intereses de la mayoría de los trabajadores. Ellos viven, tal cual parásitos, de las monedas que se caen de las superganancias que obtienen las transnacionales y banqueros saqueando a los pueblos oprimidos.
Para Melenchon, Martinez y los “anticapitalistas” de palabra y renegados del socialismo en los hechos, todos sostenedores de la V República y las transnacionales francesas, el enemigo no está en casa. Sus aliados están en el gobierno y en la burguesía francesa, a la que acompañan en sus aventuras en el mundo colonial y semicolonial.
Esta izquierda reformista, con su engaño y mentira de la “lucha contra el terrorismo”, ha desarrollado una brutal islamofobia, que persigue el objetivo de convencer a los trabajadores del mundo que la revolución siria y el combate de los pueblos oprimidos de Medio Oriente es el mayor enemigo. A estos últimos, ellos los que estigmatizan como “jihadistas” y “terroristas”. Ellos son los partidos de la así llamada “Nueva Izquierda”, cuyos exponentes Podemos (del Estado Español) y Syriza (de Grecia) ya hace rato han demostrado ser los voceros de izquierda del Maastricht imperialista, a los que no les ha temblado el pulso para atacar y traicionar a los trabajadores.
En el curso de durísimos combates contra los explotadores
La clase obrera francesa y europea debe recuperar su internacionalismo militante
El resultado del combate actual de los trabajadores y la juventud en las calles de Francia depende de forma decisiva en los combates de la clase obrera mundial, y de Magreb y Medio Oriente en particular. Un imperialismo fortalecido, invadiendo como en Mali, con sus bases militares en Chad robando uranio y traficando esclavos desde Libia, que tiene 5 bases militares en Siria masacrando, junto a los yanquis, igual o peor que Al Assad… será un millón de veces más difícil de derrotar en casa.
Le va la vida a la clase obrera francesa no solo en recuperar el internacionalismo militante, sino también romper y separar de sus organizaciones a todos los traidores de la aristocracia y burocracia obrera, de las organizaciones sindicales y de masas, puesto que ellos están atando la suerte de los explotados de Francia a la de sus verdugos y sus negocios en el mundo.
Ya hoy, desde la misma CGT, del Solidaires y otros sindicatos se están llamando “jornadas de lucha y movilización” para este día internacional de los trabajadores, como una jornada a más… No podemos permitir que las mismas direcciones y burocracias sindicales que ayer, en 2016, entregaron el combate en defensa de las 36 horas de trabajo semanales en la mesa de negociación con el gobierno, hagan de esta oportunidad “un día de lucha más”.
Lo que necesita la clase obrera francesa es que el 1° de Mayo sea el día que comience el “Mayo Francés”, en que comience LA HUELGA GENERAL REVOLUCIONARIA que demuestre quién manda en Francia: si los piratas asesinos imperialistas o los trabajadores y la juventud rebelde.
La lucha por una dirección revolucionaria e internacionalista de la clase obrera francesa es la tarea decisiva del momento. Los trotskistas, que combatimos por recuperar nuestro partido mundial -la IV Internacional- del fango al que la han llevado los que hace rato han renegado de su programa y su combate, afirmamos que la heroica clase obrera francesa no tiene la dirección que se merece.
No hubo ataque de los gobiernos de la V República de los últimos años que no fuera respondido por acciones de masas de la clase obrera y la juventud, como lo hace hoy contra la flexibilización laboral, como ayer contra el ataque a las 36 horas de trabajo semanales. No faltó predisposición a la lucha de los trabajadores. Lo que sobró fueron direcciones traidoras.
Las burocracias sindicales, los “frentes de izquierda” y sus laderos llamados “anticapitalistas” son sostenedores acérrimos del régimen infame de la V República francesa. Quieren hacerle creer a los trabajadores que el régimen de los generales Gaullistas y las transnacionales puede ser reformado, mejorado y puesto al servicio de los trabajadores. ¡Mentira! ¡Para que la clase obrera francesa viva, Macron y la V República imperialista deben caer!
La clase obrera francesa tiene una enorme oportunidad por delante para derrotar al gobierno del Macron y al régimen imperialista. Los únicos que no están a la altura de este combate son las burocracias sindicales, que dividen luchas de los trabajadores e impiden que éstas se centralicen, como así también impiden que se coordinen todos los organismos de lucha de los trabajadores y la juventud, porque saben que en esos organismos de autodeterminación y democracia directa, los días de los traidores estarán contados. Ellos saben que se pondrían rápidamente en pie los consejos obreros, que lucharían por organizar a los soldados rasos con ellos para impedir que sean carne de cañón de las aventuras militares de las pandillas imperialistas francesas.
Los “anticapitalistas” de palabra y enemigos de la revolución socialista en los hechos, en los “días de fiesta” y los aniversarios levantan los recordatorios de La Comuna de París o del aniversario de la victoria de la URSS de 1917. Para ellos, la revolución obrera y socialista es algo tan solo para ser recordada en los aniversarios y no un curso de acción para el triunfo actual de los combates de la clase obrera que hoy han comenzado.
Es que los de arriba vienen por todo y hay que ir por todos ellos. Hay que poner en pie los organismos de democracia directa de los de abajo, de los que luchan… los obreros, los estudiantes, los jubilados, los refugiados, los inmigrantes, las mujeres en lucha… Ellos son la mayoría de Francia. La única democracia real no se conseguirá en los límites de la podrida V República Francesa, con sus transnacionales y generales asesinos, sino que se conquistará con los consejos de obreros y soldados, con la victoria de la revolución socialista.
Ya se abre paso el Mayo Francés y La Comuna. Los comuneros ya combaten. Los traidores de las burocracias sindicales y la izquierda del Maastricht imperialista solo sostienen al “Versalles” contrarrevolucionario –que está en Frankfurt y en la UE- para que los trabajadores no terminen con ellos.
El destacamento poderoso de la clase obrera francesa irrumpe al combate. En ellos y en sus comuneros que hoy pelean, como en las enormes luchas de la clase obrera internacional, están las condiciones y la fuerza para refundar al movimiento revolucionario internacional.
¡Paso la Mayo Francés! ¡Abajo el Maastricht imperialista!
En su combate, los mineros del Donbass de Ucrania ya lo gritaban…
“¡Que vuelva la URSS sin burócratas traidores estalinistas que la entregaron!”
¡Por los Estados Unidos Socialistas de Europa, desde Portugal hasta las Estepas Rusas!
¡POR UN 1º DE MAYO SOCIALISTA, REVOLUCIONARIO, DE LA CLASE OBRERA E INTERNACIONALISTA!
¡POR UN 1ª DE MAYO DE LOS COMUNEROS!
¡QUE REVIVA “LA COMUNA”!
¡PASO A LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA INTERNACIONAL!
Como lo declaró La Comuna de París de 1871, “todos los obreros del mundo son ciudadanos de honor del París revolucionario”
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