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Ante el brutal ataque patronal
¡Hay que unir a los que luchan para triunfar!

El gobierno de los Kirchner, la patronal esclavista y la oposición gorila, que entregan la nación al imperialismo, ganan fortunas a costa de la terrible superexplotación de la clase obrera. La burocracia sindical de la CGT y la CTA sostienen el festín patronal con sus 100 mil pistoleros que oprimen al movimiento obrero.
Las pandillas patronales discuten y se disputan sus negocios, y ante la clase obrera actúan como uno solo, atacándola sin piedad. Mutilaciones en las fábricas por los ritmos de producción, despidos, salarios de hambre, represión y cárcel, inflación y carestía de la vida es el infierno que vive el proletariado. ¡Toda la patronal es Kraft que asesinó a Marcela Ortega! ¡Patrones asesinos!
Esto es lo que concentran todas las luchas obreras que estallan. Paraná Metal no es más que la patronal Kirchnerista llenándose los bolsillos a costa de dejar cientos de obreros y sus familias en la calle, que siguen en pie de lucha; los piqueteros de Mosconi, contra el hambre y la miseria, vuelven a cortar las rutas, enfrentan a las petroleras y reciben la represión del estado asesino. Los obreros del frigorífico Bancalari ocupan la planta para que la patronal pague los sueldos adeudados. Los trabajadores de Polar–Coca Cola se tomaron la planta en Neuquén y sostuvieron un paro nacional ante los despidos masivos. Los trabajadores del Subte salen al paro para que reconozcan su sindicato. Los trabajadores de la sanidad y educación están en lucha. Como también lo hacen los trabajadores se Sancor. Los estudiantes defienden la educación pública con tomas de escuelas y universidades, enfrentando a los Macri y Kirchner, agentes de las transnacionales y el imperialismo.
Pero al mantenerse la lucha sector por sector y a pesar de tener las mismas demandas, lamentablemente estas se encuentran divididas, permiento que se concentre el ataque del conjunto de la patronal, el gobierno, el estado represor y la burocracia sindical traidora. ¡Basta de pelear divididos! ¡Hay que unir a los que luchan!

La izquierda reformista se une para dividir

La izquierda dirige e influencia muchos de los sectores que están luchando. La vanguardia obrera combativa la puso al frente de sus cuerpos de delegados y seccionales sindicales para enfrentar a la patronal y conseguir sus demandas. Pero separados sector por sector la patronal descarga su fuerza y nos impone duras derrotas. Cuando la vanguardia obrera comienza a impulsar la coordinación obrera, la izquierda dice que “no hay condiciones para unir a los que luchan”, “con la solidaridad de las declaraciones alcanza”, “no se puede hacer otra cosa”. 
Cuando Kraft, enfrentaba los despidos y el Subte luchaba por su sindicato independiente, cuando los trabajadores automotrices y de la alimentación en Córdoba salían a la lucha y se enfrentaban en las calles contra la burocracia sindical, la izquierda decía que no había condiciones para poner en pie un Comité de Lucha unificado bajo un solo pliego de reclamos y nos condenaba a resistir sector por sector en las peores condiciones. La burguesía, mucho más sensata que los estados mayores de la izquierda reformista, “reflexionaba” en sus prensas preguntándose ¿qué pasaría si se coordinaran en una sola asamblea trabajadores de 5 de las más importantes fabricas de la alimentación, con los obreros del neumático y la carne, con la oposición docente que viene de parar en 14 provincias, con el movimiento piquetero, Subte, ferroviarios etc.? Seguramente estaríamos en problemas… afirmaba la burguesía, reconociendo las fuerzas que se podían centralizar rápidamente si así lo decidían los señores dirigentes de la izquierda reformista.
Estos señores se negaron a marchar por ese camino y lo pagó la vanguardia obrera con la más feroz oleada de despidos de contratados, ataques a los delegados combativos, aumento de los ritmos de producción y con la burocracia sindical traidora fortalecida por las pandillas patronales.
Hoy nuevamente salen a la lucha sectores de la clase obrera y los heroicos trabajadores de Paraná Metal siguen sin un organismo de coordinación efectiva con los demás sectores en lucha. La izquierda reformista impulsó el encuentro de trabajadores de Zona Norte una vez que en Kraft se impusieron los despidos, el aumento infernal de los ritmos de producción, las cámaras y alambres de púas junto con cientos de matones privados que transformaron la fabrica en un campo de concentración ¿Qué impide que se reúnan las fuerzas del encuentro de Zona Norte, de las listas opositoras de la CTA, del movimiento piquetero y los estudiantes en lucha para centralizar a los que estamos peleando ya mismo en Paraná Metal?
Es que la izquierda reformista -mientras no dudan en aplaudir juntas las leyes “progresistas” del Parlamento burgués- es enemiga de unir a los que luchan  para derrotar a la burocracia sindical… a esta la enfrentan en las elecciones una vez por año; y hasta en estas elecciones amañadas dividen al activismo para impedirle enfrentar a la burocracia como en la CTA… ¡Unir a los que luchan jamás!
No hay tiempo que perder: ¡Comité nacional de lucha obrero estudiantil!

Los obreros de Paraná Metal, los desocupados, los millones de obreros en negro y contratados, no pueden esperar los tiempos de estos dirigentes ¡No hay tiempo que perder! ¡Hay que unir ya mismo a los que luchan para derrotar a la burocracia sindical en las calles e imponer nuestras demandas! ¡Hay que derrotar el plan económico de la patronal esclavista y el imperialismo! Es urgente poner en pie un Comité Nacional de Lucha obrero-estudiantil que unifique las demandas de la clase obrera y la juventud combativa en un pliego único de reclamos; para ello que todas las asambleas de los sectores en lucha voten delegados de base para que este sesione en Paraná Metal. ¡Una sola clase, una sola lucha!
Así podremos avanzar en conquistar la III Asamblea Piquetera de trabajadores ocupados, desocupados y estudiantes combativos para derrotar a la burocracia sindical traidora y abrir el camino a la huelga general para conquistar el salario digno y el trabajo para todos, imponiendo un turno más en todas las fábricas y aumento general de salarios indexado según la inflación, para defender la educación y la salud pública y para acabar con el saqueo imperialista.
La plata está, y se la llevan las transnacionales y monopolios imperialistas que superexplotan a la clase obrera. Para quebrarle la voluntad a la patronal esclavista, hay que atacar su propiedad: ¡Nacionalización sin pago y bajo control obrero de las transnacionales y toda fábrica que cierre, suspenda o despida!
Para derrotar el ataque patronal hay que retomar el camino del 2001 y volver sonar en las calles: ¡Que se vayan todos y no quede ni uno solo!

Comité Redactor

 

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