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Los renegados del trotskismo le cubren el flanco izquierdo a la burocracia castrista restauracionista 

Durante décadas los renegados del trotskismo sostuvieron por izquierda la política contrarrevolucionaria de la burocracia castrista. Algunos de estos partidos se hicieron abiertamente castristas, como la TMI de Alan Woods, el SWP de EE.UU y distintas corrientes mandelistas y lambertistas. Hay otra ala que se reivindica “crítica” de Castro y la burocracia cubana, pero que terminan también encubriendo el plan de restauración definitiva del capitalismo.

Un ejemplo de éstos es el PTS argentino. Recientemente, en respuesta a un ala de su mismo partido que plantea diferencias de su programa ante Cuba, la dirección de Albamonte afirma que “es erróneo plantear que ya se restauró el capitalismo porque hay grandes inversiones en el níquel y el turismo. Esas inversiones funcionan asociadas al estado en empresas mixtas, están controladas en muchos aspectos y tienen fuertes restricciones para desarrollarse como en los países capitalistas” (LVO Nº 396, 14/10)

Es decir que para el PTS los joint ventures, con los que la burocracia empezó a restaurar el capitalismo en Cuba y sacar fuera de la isla fortunas robadas a las masas cubanas en sociedad con el imperialismo, poniéndolas en cuentas off shore en paraísos fiscales, son mecanismos del estado obrero para “controlar las inversiones del imperialismo”, manteniendo “férreamente” a raya la restauración capitalista. O sea para ellos la política restauracionista de los Castro es una medida revolucionaria defensiva de las conquistas de la revolución, como lo fuera la Nueva Política Económica (NEP) que aplicaron los bolcheviques en la URSS bajo la dirección de Lenin y Trotsky, cuando provisoriamente fuera sacada de escena la revolución alemana en 1921-1922. La NEP consistió en pequeñas concesiones capitalistas en el campo para que el campesino entregue vaca y trigo para que el obrero coma; fue una política aplicada en 1921, para restablecer la alianza entre la ciudad y el campo –debido a que los campesinos ricos acaparaban el alimento- para así contrarrestar la hambruna y miseria que quedó después de más de seis años de guerra (tres años en la primera guerra mundial imperialista y tres años de guerra civil contra 14 ejércitos imperialistas) que habían dejado la economía soviética devastada. Se trató de una medida para que el estado obrero pueda resistir hasta la próxima oleada de la revolución mundial.

Entonces, para el PTS, la burocracia castrista echando a 500.000 obreros, entregando todas las conquistas de la nacionalización, yendo a un acuerdo de liberación del comercio exterior en el níquel, la hotelería y la medicina (las 3 ramas de producción clave de la isla), está haciendo… la NEP o sea crear barreras contra el capitalismo. ¡Mentira! El de los Castro es un gobierno menchevique restaurador enemigo de las masas.

No es de extrañar que hoy el PTS levante estas posiciones, cuando hace unos meses planteaba que en Cuba debían surgir consejos de obreros y campesinos, pero sin llamar al derrocamiento revolucionario de la burocracia, ni planteando que en los soviets que surjan no habrá lugar para la aristocracia obrera y la burocracia castrista. Es más para estos gramscianos se trataba de poner en pie “consejos de obreros y campesinos” desarmados, puesto que en ningún momento plantean que los soldados de base estén en ellos. En definitiva su programa es la “vía pacífica” a la revolución política.
Es decir, el PTS levanta una posición pablista senil sobre el carácter de la burocracia castrista, porque para ellos no es una burocracia contrarrevolucionaria, sino una burocracia centrista, a la que se le puede presionar, ya que no es necesaria la guerra civil contra ella.

Todos los ex trotskistas, tanto los que dicen que el capitalismo se ha restaurado en Cuba (LIT), como aquellos que pregonan que el castrismo defiende las conquistas de la revolución (PTS), no hacen más que echar tierra a los ojos del proletariado cubano y mundial, para impedir que estos tomen en sus manos el programa de la revolución política contra la burocracia castrista restauracionista que no es otro que el programa de la IV Internacional de 1938.

Quienes les entregaron los libros de Trotsky a la burocracia castrista en sus Ferias del Libro de La Habana, quienes sostuvieron a la canalla Celia Hart y la pasearon por América y Europa como una “gran revolucionaria trotskista”, quienes le entregaron a Chávez el Programa de Transición, hoy no pueden mirar a los ojos al proletariado cubano y mundial y van a caer junto con los gusanos castristas restauracionistas. La historia ya ha dado su veredicto. Mal que les pese a los reformistas que utilizan las banderas del trotskismo para cubrir sus adaptaciones, capitulaciones y traiciones al proletariado mundial, el programa de la IV Internacional ha pasado la prueba de la historia. Los renegados del trotskismo que no pasan la prueba están estallando y no dejarán de estallar. 

Un ejemplo de ello es el mismo PTS, al que le ha surgido una tendencia que ha empezado a combatir públicamente sobre Cuba. La dirección, para descomprimir su régimen stalinista partidario y posar como democrática, aceptó publicar las posiciones de esta tendencia como carta en el “Correo de lectores” de su periódico LVO del 14/10. Esta carta expresa posiciones correctas: que en última instancia en la isla, los Castro ya han hecho una metamorfosis. Ya no son más el gusano de seda bonapartista de la burocracia, ni son el capullo de la burocracia restauracionista “gorbachovista” que está cambiando sus formas, sino que ya son la mariposa “yeltsinista” que quiere levantar vuelo, y lo va a levantar si el proletariado no le corta las alas, derrotándola con nuevas acciones revolucionarias a nivel mundial.
El PTS hasta el año 2000 afirmaba que en la ex URSS no había restauración capitalista, sino “mafias” que no permitían el funcionamiento normal del capitalismo, ¡como si el capitalismo no fuera un puñado de parásitos mafiosos! Ayer el PTS fue cobertura por “izquierda” del yeltsinismo y hoy lo es del castrismo restaurador.

Con su plataforma, el compañero Matías, que firma la carta, llama a su partido a dejar de embellecer a la burocracia contrarrevolucionaria. No podemos sino saludar esta valiente posición, y llamamos a esta ala a desarrollar su lucha política, que de la pelea por que la militancia del PTS firme la carta dirigida la redacción del periódico del PTS, carta que es una verdadera plataforma de combate contra la burocracia gramsciana del PTS.

 

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