volver al índice del Democracia Obrera Nº 49

FRENTE A LA OCUPACIÓN MILITAR DE LOS MORROS Y DE LAS FAVELAS
DE RÍO DE JANEIRO

Desde el día 22 de noviembre los morros y las favelas de Río de Janeiro sufren una ocupación militar por miembros de la policía civil, policía militar, ejército, marina y aeronáutica, lo que configura un verdadero estado de sitio sobre el sector más pobre y superexplotado del proletariado carioca.
La justificación para esta ofensiva militar sobre la población de Río de Janeiro sería la necesidad de combatir a las bandas de narcotraficantes que controlan el comercio de drogas en las favelas y que estarían intentando imponer una situación de terror contra la población al atacar e incendiar decenas de vehículos (ómnibus, autos, etc.), además de atacar las comisarías y puestos policiales.
Según el gobernador de Río de Janeiro Sérgio Cabral (PMDB), reelecto el 3 de octubre con cerca del 65% de los votos y apoyado por Lula y Dilma, la reacción de los traficantes sería en contraposición de la política del gobernador de instalar en los morros y favelas de Río de Janeiro las Unidades de Policía Pacificadora, conocidas como UPPs. Las UPPs fueron el caballo de batalla de la política de Sérgio Cabral frente al narcotráfico de Río de Janeiro. Cuando en realidad son la construcción e instalación de cuarteles policiales dentro de las favelas que lejos de erradicar el narcotráfico, sirven de apoyo a la represión generalizada contra la población que vive en las favelas.
Es que allí, en las favelas, viven los sectores mas explotados del proletariado brasileño, un enorme reservorio de mano de obra barata, que ni la CUT, ni FS, ni la Intersindical, ni la Conlutas organizan. Estas centrales estatizadas solo organizan a las capas altas del proletariado, base social de la burocracia y del régimen del pacto social. Son estas centrales quienes dejan así al 90% de los explotados librados a la caridad de la iglesia y del frente popular y -como se ve hoy abiertamente en Río de Janeiro- también han quedado abandonados y aislados a merced de la represión del Estado asesino, como ocurre con los campesinos sin tierra ante las guardias blancas de los fazendeiros y los escuadrones de la policía militar en el campo. ¡Así no se puede pelear! Es sobre estos cerca de 140 millones de explotados sin ningún derecho donde se apoya el ciclo económico “milagroso” de Lula y el frente popular, para que el capital financiero amase sus superganancias históricas, y es por ello que los atacan para mantenerlos disciplinados.

Desde que fue iniciada la ocupación de las favelas por las fuerzas armadas, por lo menos 50 personas murieron, sin saberse a ciencia cierta cuántos serían los trabajadores muertos y cuántos serían los supuestos narcotraficantes.
Esta ofensiva burguesa comandada por el gobierno de frente popular de Lula/Dilma, junto a toda la oposición patronal, es apoyada por la burocracia sindical de la CUT, FS, y demás centrales pelegas. El gobierno ya anunció que pretende que la ocupación militar se quede en los morros y las favelas de Río hasta julio de 2011, lo que significa una verdadera dictadura militar contra los explotados de Río. Que con certeza si el proletariado de Brasil no responde junto con el proletariado del continente americano y del resto del mundo, el ataque que hoy está siendo perpetrado en Río, más temprano que tarde, se generalizará a toda la clase obrera.
La prensa reaccionaria apoyó en toda la línea las acciones represivas del Estado, creando a través del narcotráfico un clima de guerra entre el Estado y el narcotráfico, para justificar y buscar apoyo de la población a esa verdadera masacre y estado de sitio.
En realidad los ataques de los traficantes contra las fuerzas policiales sería una tentativa de forzar a una negociación con el Estado, ya que desde el surgimiento de las llamadas “milicias” –organismos formados por policías, bomberos y agentes penitenciarios- que pasaron a controlar diversas favelas y morros de Río de Janeiro, el narcotráfico cada vez más está en las manos del Estado y sus agentes.
Las “milicias” pasaron a controlar no sólo el narcotráfico, sino también la distribución de gas, energía eléctrica, TV por cable, “seguridad”, además de “otros servicios” a la población de las favelas, montando verdaderas empresas y obteniendo enormes ganancias.
Lo que pasa hoy en Río de Janeiro es una gran negociación entre los narcotraficantes, las “milicias”, y los órganos de represión del estado (policía, fuerzas armadas), para negociar los espacios de cada fracción frente al botín del tráfico.
Además de eso, surgieron nuevos intereses a partir de la inversión parasitaria en la burbuja inmobiliaria, que se desarrolló después de que se seleccionara a Brasil como sede del Mundial de Fútbol del 2014 y a Río de Janeiro como sede de las Olimpíadas de 2016.
Esos nuevos y grandes intereses económicos no pueden quedar en las manos del narcotráfico, porque envuelven grandes inversiones y grandes ganancias que son reclamados por las grandes constructoras, que harán obras de infraestructura para el Mundial y para las Olimpíadas, como rutas, hoteles, puertos, aeropuertos, vías férreas, ente otros. Son obras que pueden alcanzar cerca de 100 mil millones de reales, o 50-60 mil millones de dólares.
Entonces, la ocupación militar de los morros y de las favelas se transformó en un estado de sitio para las masas que sufren duras persecuciones y represión de las fuerzas armadas, mientras los narcotraficantes huyeron para otros lugares bajo la mirada complaciente de las fuerzas militares, lo que demuestra una negociación previa entre los narcotraficantes y el Estado.
Ya comenzaron las denuncias de los moradores de las favelas de que durante las requisas en sus casas por parte de la policía y el ejército, varios bienes fueron damnificados y otros fueron robados por las tropas de ocupación, demostrando el carácter anti-obrero de la ocupación de los morros en Río de Janeiro.
Nadie es tan ingenuo como para creer que el narcotráfico se acabará o disminuirá con la ocupación militar de los morros y de las favelas. El comercio de las drogas en Río de Janeiro y en Brasil es un mercado que maneja anualmente centenas de millones de dólares y los barones del narcotráfico no están en las favelas, sino en los departamentos y edificios de lujo situados en Barra da Tijuca, en Ipanema y en Leblon. La burguesía narcotraficante es una socia menor del conjunto de la burguesía nacional totalmente subordinada al imperialismo.

LOS RENEGADOS DEL TROTSKISMO:
Sostenedores de la burocracia pelega de la CUT, a los pies del frente popular

Frente a la masacre perpetrada por el estado burgués contra las masas en Río de Janeiro, la Conlutas/PSTU plantea: “convocamos a todas las entidades del movimiento sindical, popular y estudiantil, a la OAB (Orden de los Abogados de Brasil), a la ABI (Asociación Brasilera de Prensa) y a las demás entidades que luchan por la democracia para realizar una amplia campaña contra la criminalización de la pobreza y de los movimientos sociales. Una campaña que exija el fin inmediato de las ocupaciones militares en las comunidades carentes de Río e inversiones en servicios públicos de calidad”. (Comunicado de la Conlutas, 30/11/2010, www.conlutas.org.br)
La Conlutas/PSTU a pesar de todos los sindicatos que dirige, con millones de obreros que influencia en todo el país, no llama a luchar con los métodos de clase –paros, piquetes, movilizaciones, huelgas, comité de autodefensa, etc.- contra semejante ataque a los sectores más explotados del proletariado. En este sentido Eduardo Almeida, dirigente del PSTU y de la LIT-CI afirma que: “Es necesario acabar con las policías actuales, investigar y detener a todas las bandas podridas, y crear otra. La nueva policía tendría que organizarse de forma radicalmente diferente de la actual. Debe desaparecer la diferencia entre policía civil y policía militar, que no sirve de nada, y asegurar todas las libertades sindicales y políticas a sus participantes. Es preciso también que sus comandantes o comisarios sean elegidos por la población de la región donde actúan. Al contrario de los que se escandalizan con la propuesta, la elección de comisarios locales es realizada en muchos países inclusive en los EEUU. Es una forma democrática de comprometer a esos comandantes con la población local.” (¿Cómo enfrentar la violencia urbana? Un programa radical de los trabajadores para un gravísimo problema. www.pstu.org.br).
Es decir, para la dirección de la Conlutas/PSTU la tarea que está planteada no es el combate directo con la lucha en las calles de todo Brasil para derrotar el ataque de las fuerzas represivas del estado, encabezado por el gobierno de frente popular de Lula/Dilma y apoyado por la burocracia de la CUT  y demás pelegos, sobre los batallones más explotados, el verdadero reservorio de mano de obra casi esclava, para impedir que este ataque se generalice al resto del movimiento obrero. No, para la Conlutas/PSTU se trata de reformar el aparato de represión del estado burgués, y en consecuencia, de lo que se trata es de defender un programa “democrático”, que le exija a las instituciones del régimen que detengan la masacre y desocupen las favelas. No llama a ningún combate a los millones de obreros que dirigen e influencia para parar la masacre de Río.
Por este camino reformista terminan defendiendo los derechos a la sindicalización de la policía asesina. Así llegan a elogiar al estado imperialista norteamericano, y la elección de sus sheriffs, ocultando que son esos mismos sheriffs fascistas quienes cazan como perros a los inmigrantes latinos en la frontera mejicana, y que cuando no los matan los colocan en las mazmorras antes de deportarlos a sus países de origen. ¡Esa es la policía “democrática” que el PSTU sueña tener en Brasil!
Pero luego intentan encubrir su programa reformista planteando que “las comunidades deben tener el derecho de organizar asociaciones de autodefensa, para protegerse de los bandidos. Los trabajadores son los mayores interesados en asegurarse el derecho de ir y venir” (Eduardo Almeida, idem). Sin embargo, una vez más, se niegan a poner todo el peso de todas las organizaciones obreras que dirigen e influencian al servicio de que la Conlutas encabece el combate por poner en pie los más elementales piquetes de autodefensa obreros a nivel nacional para que no sigan matando trabajadores indefensos en las favelas de Río, y por ese camino luchar por  la disolución de la policía y de los demás aparatos de represión. No, nada de eso. Para el PSTU/LIT de lo que se trata es de reformar a la policía, democratizarla, como si eso fuese posible dentro del Estado y del régimen burgués asesinos.
Esta posición de la Conlutas/PSTU es una muestra más de lo que hicieron en el CONCLAT junto con el PSOL en junio de este año. En aquel momento se negaron a enfrentar a los gobiernos bolivarianos y su demagogia “izquierdista”, sometiendo aun más a las organizaciones y la lucha obrera a la burguesía y sus instituciones. Fue una política desmoralizante impulsada por los renegados del trotskismo ya que el CONCLAT que pudo haber sido un punto de reagrupamiento de la vanguardia obrera, empalmando con un programa de independencia de clase frente a la crisis, e inclusive en las elecciones. Lamentablemente, los renegados del trotskismo, sobre todo el PSOL y el PSTU colocaron en el primer plano las disputas burocráticas por el control de la nueva “Central”, sobre todo las cuotas sindicales y los cargos, llevando a la “implosión” del CONCLAT y a la desmoralización de amplios sectores de la vanguardia obrera. Así favorecieron la dispersión del ala izquierda combativa de la clase obrera, dejando a las luchas obreras aisladas y así se abrió el camino a que el frente popular impusiera las elecciones y se fortaleciera el régimen del pacto social. El régimen relegitimado con millones de votos lanzó este brutal ataque contra los explotados, disfrazado de “lucha contra los narcos”.
Hoy cuando el gobierno de Lula/Dilma, el régimen y el Estado muestran su verdadera cara con represión y muerte sobre el proletariado pobre de Río, el PSTU y el PSOL, con la Conlutas y la Intersindical se niegan a llamar al proletariado a auto-organizarse, se niegan a llamar a un Congreso de trabajadores, campesinos pobres y estudiantes combativos para enfrentar de forma unificada este brutal ataque y masacre.
Estas posiciones ante las fuerzas represivas del estado patronal no son una novedad, son la continuidad de su política internacional, de sometimiento del proletariado a las burguesías bolivarianas. Por ello se negaron a llevar adelante la moción de los fabriles de La Paz. ¡Estos son los resultados de su política! Por ejemplo hoy después de varios años de intervención militar por parte de los ejércitos gurkas de Brasil y de la Minustah masacrando obreros hambrientos en Haití -y hoy sus mejores hombres forman parte de las operaciones militares que masacran en los morros de Río- estas organizaciones que usurpan las banderas del trotskismo se niegan a luchar por la derrota militar de las tropas gurkas brasileras, argentinas, bolivianas y chilenas que masacran en Haití.
Es por eso que el 30/11 en el acto realizado en la USP convocado por el PSTU, PCB, PSOL, LER-QI, etc., contra las persecuciones judiciales del rector Rodas de la USP contra los estudiantes combativos del CRUSP (vivienda estudiantil) y los trabajadores que participaran de las distintas huelgas y ocupaciones de la USP desde 2007 -¡una vez más!- la izquierda reformista se negó a organizar una lucha unificada junto con los obreros que están siendo atacados por el Estado en Río de Janeiro. Ninguna de las organizaciones de izquierda habló de Río, con más de 40 oradores (incluyendo un representante de la Federación Universitaria de Buenos Aires, Argentina), pero ninguno habló de Río. Nuevamente la izquierda reformista impide que los trabajadores y la juventud combativa enfrenten de forma unificada el ataque de la burguesía en Brasil.
Ya la LER-QI, grupo hermano del PTS argentino, tras los pasos de la Conlutas/PSTU y del PSOL llama “…a las organizaciones de derechos humanos, los sindicatos, las centrales sindicales, las entidades estudiantiles, los partidos de izquierda, y ante todo al recientemente votado y reconocido defensor de los derechos humanos Marcelo Freixo del PSOL, a que organicemos inmediatamente una campaña por el retiro de las tropas policiales de los morros y las favelas y contra los intereses reaccionarios de los dos lados envueltos en esta disputa de ganancia y represión.”  (LER-QI Río de Janeiro, Rio de Janeiro: Frente a la onda de violencia y la ofensiva policial, www.ler-qi.org).
La política de la izquierda reformista en general, y de los renegados del trotskismo en particular, una vez más endulzando la envoltura de la salvaje dictadura del capital.

¡ABAJO LA MASACRE CONTRA LOS TRABAJADORES! ¡POR LA EXPULSIÓN DE LAS TROPAS DE OCUPACIÓN¡ !ABAJO LA OCUPACIÓN DE LAS FAVELAS Y BARRIOS OBREROS!
¡POR UN CONGRESO NACIONAL DE TRABAJADORES OCUPADOS Y DESOCUPADOS, CAMPESINOS POBRES Y ESTUDIANTES COMBATIVOS!

Para que el conjunto de la clase obrera y los explotados conquisten salarios dignos, salud, educación, condiciones dignas de trabajo, la tierra, etc., hay que levantar las demandas de los más de 140 millones de explotados que no están organizados en ninguna de las centrales sindicales, que viven y mueren en las favelas de Río, San Pablo y de todas las ciudades del país, o en los campamentos de los sin tierra. Es que Brasil, lejos de quienes pretenden mostrarlo como si fuese una “Suiza”, las condiciones de existencia de la inmensa mayoría de los obreros y explotados son similares a los de la India semicolonial, subyugada por las potencias imperialistas, ya que Brasil es una de las naciones más esclavizadas de la humanidad.

Ninguna seguridad vendrá de la mano de la misma policía asesina y del ejército que masacra obreros hambrientos en Haití, a cuenta del imperialismo yanky y el carnicero Obama.
Por eso ante la brutal represión contra los trabajadores cariocas, bastaría con que la CUT, la Conlutas, la Intersindical y demás centrales, junto al Movimiento Sin Tierra, declararan a los morros y favelas zonas bajo control de las organizaciones obreras y de los campesinos sin tierra, para expulsar de inmediato a las tropas de ocupación del ejército y de la policía de los barrios obreros, poniendo en pie comités de autodefensa de las centrales sindicales y el MST, con delegados obreros por manzana. Así con los comité de fábrica, los comité de desocupados de los barrios obreros, junto a los comités de campesinos sin tierra, se podría imponer la convocatoria a un Congreso Nacional Obrero y campesino, con delegados de base con mandato; para expulsar a las tropas de ocupación, poniendo en pie guardias obreras y campesinas para defenderse de la represión del estado y de las guardias blancas de los fazendeiros en el campo. ¡Este es camino para preparar la huelga general hasta imponer todas las demandas de la clase obrera, los campesinos pobres y el movimiento estudiantil combativo, para que la crisis la paguen los capitalistas.
Un Congreso Obrero y campesino para luchar contra la desocupación por trabajo para todos, ¡reincorporación inmediata de todos los despedidos! ¡Basta de trabajo en negro! ¡Por el reparto de las horas de trabajo entre todos los brazos disponibles, con un salario al nivel del costo de la canasta básica! Para enfrentar el ataque de los monopolios, el gobierno y la patronal esclavista y derrotar el pacto social hay que luchar por la expropiación sin pago y bajo control obrero de todas las transnacionales, sus bancos, tierras y propiedades. Porque expropiando a la burguesía, será posible también expropiar a los narcotraficantes, socios de la burguesía esclavista sometida al imperialismo.
Y por eso para acabar con la esclavitud en el campo hay que luchar ¡Por la expropiación de todos los latifundios productivos, sin pago y bajo control obrero! Para frenar el ataque de los capitalistas y su gobierno y para conseguir salario y trabajo digno: por la escala móvil de salarios y horas de trabajo, para reducir la jornada de trabajo y que todas las manos disponibles entren a trabajar, con un salario acorde al costo de vida y con plenos derechos. ¡Expropiación sin pago y bajo control obrero de toda fabrica que cierra, suspenda o despida! ¡Expropiación sin pago y bajo control obrero de la Ford, VW, Fiat, etc. y todas las fábricas que den ganancia! ¡Reestatización sin pago y bajo control obrero de Petrobras, Embraer, Vale y todas las empresas privatizadas! ¡Por el monopolio del comercio exterior! ¡Abajo el secreto comercial y bancario! ¡Apertura de los libros contables y cuentas bancarias para comprobar que los patrones en la ruleta financiera y los subsidios del gobierno de Lula, fugaron del país millones de dólares, sobre la miseria de los explotados del país! ¡Por la expropiación de los bancos, del City Bank, HSBC, Itaú, Santander, etc. sin pago y bajo control obrero! ¡Por una banca estatal única bajo control obrero! Para dar crédito barato al campesino pobre y sin tierra, a los trabajadores y a las clases medias empobrecidas, condonando las deudas; ¡No al pago de la deuda externa e interna! ¡Impuesto progresivo a las grandes fortunas!
El combate solidario con nuestros hermanos de clase en Francia, es el mismo combate contra la misma Total que saquea el gas y el petróleo de Bolivia, Brasil, en Latinoamérica, como así también en África, en el mundo colonial y semicolonial. ¡De pie junto al combate de los petroleros de la Total, vanguardia del combate de los explotados! ¡Abajo Sarkozy y la V República de los colonialistas y saqueadores del mundo semicolonial del imperialismo francés! ¡Renacionalización sin pago y bajo control obrero de la Petrobrás!

Las organizaciones de base la CUT y demás centrales obreras, deben poner todas sus fuerzas para luchar por unir las filas obreras y barrer a la burocracia pelega de sus organizaciones. Así el proletariado brasilero debe imponer la ruptura de las organizaciones obreras con la burguesía, el gobierno de Lula y el régimen del Pacto Social. ¡Basta de sometimiento a las leyes de la burguesía, a sus parlamentos y al régimen infame!
¡Hay que garantizar la ruptura de las organizaciones obreras con el Estado patronal! ¡Fuera las manos del Estado de las organizaciones obreras! ¡Los trabajadores nos organizamos como queremos! ¡Abajo la cuota sindical compulsiva! ¡Abajo las conciliaciones obligatorias del Ministerio de Trabajo! 

Paremos las persecuciones judiciales contra los trabajadores y estudiantes en lucha. ¡Por el desprocesamiento inmediato de los trabajadores y estudiantes de la USP y los estudiantes con deudas de la FSA y demás universidades! ¡Por el fin de la persecución contra todos los trabajadores y luchadores perseguidos por el Estado en el campo y en la ciudad!
Educación pública, gratuita y de calidad. ¡Basta de subsidio para los establecimientos educativos privados y de la iglesia! ¡Expropiación sin pago y bajo control de los trabajadores de las universidades y escuelas privadas y de la iglesia! ¡Fuera la burguesía de las universidades, gobierno tripartito de estudiantes, docentes y no docentes con mayoría estudiantil!

Sólo un gobierno obrero y campesino surgido de la revolución proletaria que expropie al imperialismo y a la burguesía será capaz no solo de acabar con el narcotráfico, sino también de garantizar las necesidades fundamentales de los trabajadores que viven en los morros y las favelas, el acceso a educación, salud, vivienda digna, empleo y salario.
Sólo el trotskismo internacionalista luchará por organizar a los explotados para la revolución socialista, el triunfo de la toma del poder por el proletariado y la implantación de la dictadura del proletariado. Hoy la clase obrera y la juventud combativa de los países imperialistas de Europa enfrentan el ataque de los capitalistas y SUS gobiernos, allí está la llave para liberar al proletariado y los explotados de Brasil y toda América Latina. Para centralizar este combate y para derrotar a las direcciones reformistas que someten al proletariado a la burguesía, es que la Fracción Leninista Trotskista Internacional pone todas sus fuerzas, luchando por la refundación de la IV Internacional, sobre el legado programático y teórico de 1938, desde allí es que surgirá la dirección revolucionaria que el proletariado brasilero y de todo el mundo necesita y se merece para triunfar. Llamamos a todos los obreros y jóvenes que consideren preciso luchar por este programa a organizarse junto con nosotros para dar este combate en común.

COMITÉ POR LA REFUNDACIÓN DE LA IV INTERNACIONAL – BRASIL, INTEGRANTE DE LA FLTI

 

 

 

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